Jordi Pereyra es un ibicenco de apenas 25 años pero con un recorrido ya envidiable. Es el creador de Ciencia de sofá, uno de los blogs de ciencias en castellano con más seguidores; publicó hace unos años su primer libro de ciencia-ficción y ahora se prepara para promocionar su próximo, titulado El universo en una taza de café (Paidós), disponible en las librerías desde el 15 de septiembre. Hace unos días dio la lección inaugural en la decimocuarta edición de la Universitat d'Estiu en Eivissa. Y hoy conocemos su historia…

-¿Por qué decidió crear un blog de ciencias?
-Porque es un tema que me parece recurrente y fácil para sacar publicaciones con regularidad. Si tienes que escribir relatos propios dependes un poco de la inspiración y nunca sabes cuándo te va a llegar, y al final dejas de actualizar el blog. Yo quería algo más o menos regular, empecé a hablar de ciencias porque me gusta y siempre he sentido curiosidad por esos temas, desde pequeño he leído bastante al respecto.

-Fue el 2013 el momento en el que lo creó ¿por qué en ese momento?
-Ciencia de sofá lo empecé mientras estaba haciendo la carrera, ya había publicado un libro de ciencia ficción y fui a Madrid a una convención; allí había mucha gente que era conocida en el mundo editorial porque habían empezado con blogs, y eso fue lo que me animó a crear uno, para empezar a hacerme conocido. Y luego, cuando fui viendo que la gente me seguía cada vez más, comencé a escribir temas más complejos con la intención de despertar el interés de los lectores.

-¿Comenzó entonces a tener un feedback de la gente que le leía?
-Sí. Me empezaron a escribir correos electrónicos agradeciéndome algunas de mis entradas sobre algún tema puntual, que decían no haber entendido hasta que leyeron mi publicación… y eso te anima a seguir adelante. Cuando ves que estás escribiendo algo que a la gente le gusta, y te lo hacen saber, te motiva a continuar.

-¿Podía imaginar que llegaría a hacerse tan famoso?
-No, la verdad es que no. Al principio era sólo un blog con curiosidades sobre la ciencia, pero, a medida que fui cambiando la temática ganó público de verdad, aunque nunca me esperaba que fuera a crecer tanto. Simplemente fue surgiendo así…

-A día de hoy, cuenta con más de 300.000 visitas mensuales y casi 200.000 seguidores en Facebook, ¿las redes sociales fueron fundamentales?
-Ayudaron. Tras unos meses y al ver que la cosa cuajaba comencé a utilizar el anuncio de Facebook por palabras para darle publicidad y eso me ayudó bastante a subir seguidores. Además, lo que hizo que aumentaran mucho las visitas durante el primer año fueron los premios Bitácora de 2013 en los que quedé finalista. A partir de ese momento, el crecimiento ha sido más lento pero siempre progresivo.

-De hecho, ahora es uno de los blogs de ciencias en castellano más populares…
-Sí. En el panorama científico de España, hay gente muy buena, pero usan demasiados tecnicismos y no llegan a todo el mundo. Si me he podido colar en este mundillo es porque trato de explicarlo de una manera para que me entiendan todos. Así, me dirijo a un público objetivo bastante amplio.

-Ahora colabora con El Confidencial, donde escribe en la sección de ciencia...
-Eso fue a raíz del blog. A veces les enviaba algún artículo y los publicaban. Luego parece que les interesó más y me ofrecieron trabajar directamente con ellos, porque no tenían sección ciencia. Pero llevo sólo un mes y medio con ellos y he escrito alrededor de cinco artículos. A ver cómo sigue.

-Recientemente has impartido la lección inaugural en la universidad de verano en Eivissa, ¿era tu primera charla así?
-Tras comenzar el blog me llamó una chica que trabaja para la UIB (Universidad Illes Balears) y me ofreció dar la clase inaugural, y aunque me pareció un poco grande para mí le dije que sí. Tuve dos meses para prepararlo y al final quedó gracioso. El discurso trataba sobre el cambio, cómo el mundo a nuestro alrededor cambia muchas veces sin que nos demos cuenta, porque son cambios muy sutiles o son demasiado pequeños u ocurren a lo largo de un periodo tan largo que no los notamos, pero luego son cambios que han perfilado nuestra sociedad y el mundo entero.