Ramón el año pasado soñó que el décimo premiado de la Lotería de Navidad acabaría en 207. Al día siguiente miró por internet dónde se vendía en Eivissa, acudió al barrio de la La Marina, pero allí se habían agotado. Curiosamente, allí le dijeron que esa terminación estaba disponible en Madrid y precisamente él tenía que viajar a la capital por cuestiones personales. Ya en Madrid consiguió el número, pero la fortuna no le sonrió. Pese a ello, no se ha desanimado y este año vuelve a comprar la terminación en siete: «No me tocó, pero es una historia bonita, ¿verdad? Siempre juego al siete», explicaba ayer en la administración número 4 de Vila (avenida Espanya) tras comprar cuatro décimos. Joan Costa también se acercó ayer a por los décimos de Navidad y este año se ha decantado por el 34051, que es el se juega en el bar donde suele acudir: «Cada año compro lotería de Navidad; para el de mañana tengo cuatro o cinco décimos que he comprado solo». Ana y sus dos hijas aprovecharon la mañana de ayer para adquirir los décimos de este sorteo: «Compro cada año y siempre con las terminaciones 5, 8 y 2. Este año llevo cuatro décimos, pero algunos años he llegado a comprar hasta 12».

Durante la jornada de ayer, las ventas del sorteo de Navidad fluyeron a buen ritmo e incluso administraciones como la número 3 de Vila (Isidor Macabich) abren hoy para seguir vendiendo décimos hasta el último minuto. «La verdad es que estamos contentos con la venta. Hemos notado un incremento de alrededor del 5% y se nota que la gente está animada. Hoy es la primera vez que abro en domingo, pero me sabía mal tener cerrado el día antes del sorteo», explicó Mercedes Mayans (administradora de la número 3 de Vila), quien ya tiene preparado el cava para brindar por si da el gordo. «Seguimos el sorteo aquí en la administración. El año pasado dimos un quinto premio y esto anima también a que la gente compre más», aseguró.

Números ‘feos’

A las tradicionales terminaciones en cinco, siete o 13 se suman los números más raros, como el 25000 o el 21111, que también se están vendiendo muy bien. Esta administración de Vila hizo una apuesta clara, además, por el 50700, un número que tienen pintado en grafitti en la persiana del local y del que compraron 1.800 décimos: «Esta semana pasada habíamos vendido más de 1.000; puede que lo acabemos».

En la administración número 1 de Vila, abierta desde 1940 y regentada en la actualidad por Juan Mayans, están abonados al 12915, un número «que nos lo han pedido de media España y no sé por qué. Una chica me dijo que era la fecha que tenía fijada para su boda». El gerente de esta administración de la Marina afirmó que las ventas «han ido mucho mejor que en los dos últimos años. Se vende bien» y recordó que los décimos para el sorteo de mañana se están vendiendo desde el verano.

El anuncio

Buena parte de este incremento de ventas se debe al emotivo anuncio de televisión de este año: «Es un anuncio muy acertado que ha despertado la sensibilidad de la gente y que ha animado las ventas», explicó Juan Mayans. En esta misma línea se expresó la titular de la administración número 3 de Vila, pero recordó que tiene una vertiente «algo negativa»: «La campaña conmueve a la gente y esto es de agradecer porque contribuye a que se venda más. Pero tiene una parte negativa porque hay gente que a lo mejor te dice ‘fíame este número’, luego no toca y no pasan a pagar. Es bonito el anuncio, pero la lotería hay que pagarla al comprarla y antes del sorteo», afirmó Mercedes Mayans.

Si bien los ciudadanos de Balears son los que menos suelen gastar en lotería de Navidad en comparación con otros puntos del país, el ‘Gordo’ ha caído ocho veces (cinco de ellas en Mallorca), según datos del Organismo Nacional de Loterías. De estas ocho veces, únicamente una recayó en Eivissa en el año 2012. Según las previsiones de Loterías y Apuestas del Estado los ciudadanos de las islas gastan una media de 33,5 euros en lotería de Navidad frente a los 61,5 euros de la media española.

Los ciudadanos que más gastan en este tipo de sorteos son los de Castilla y León con 90,8 euros, seguidos de Asturias (86,8 euros) y Aragon (86,4 euros).