Sheeba recogió ayer un cheque de 2.000 euros de unas caminatas solidarias.

La Fundación Vicente Ferrer trabaja en 3.000 pueblos de la India mejorando las condiciones de vida de las castas más bajas. En sus programas tienen cabida los colectivos más desfavorecidos, como los niños, las mujeres o las personas discapacitadas. De todos ellos hablará hoy a las 20,00 horas en las oficinas municipales de Sant Jordi Sheeba Baddi, traductora de la Fundación Vicente Ferrer, que se encuentra estos días en Eivissa.

Sheeba lleva vinculada a la fundación toda su vida, porque su madre trabajó allí durante 30 años. Ella y su hermana son traductoras en la Oficina de Apadrinamientos en Anantapur desde hace 14 y 17 años, respectivamente, y desarrollan sus funciones como guías para los visitantes que llegan al campus de la fundación. Son también las traductoras de las cartas de los niños para los padrinos en España.

«Estamos trabajando con las castas más bajas para sacar a estas personas de la probreza», explicó ayer Sheeba, que indicó que uno de sus campos de actuación es la educación. Estos niños son la primera generación que aprende a leer y a escribir, por lo que «sus padres no pueden ayudarles en las tareas escolares», y la fundación también les ofrece actividades extracurriculares. Todo ello tiene sus frutos y cada año envían a entre 300 y 400 alumnos a las ciudades grandes con becas para estudiar carreras como medicina o ingeniería, según relató ayer esta trabajadora de la Fundación Vicente Ferrer.

También la mujer es objeto de atención por parte de esta organización. «Las mujeres están discriminadas en todos los países, pero más en la India», indicó Sheeba, que remarcó que tienen un proyecto de microcréditos, gracias a los que las mujeres pueden empezar sus propios negocios y generar ingresos.