Los que acudieron ayer por la mañana a la sede del Consell d’Eivissa tuvieron que hacer acopio de paciencia para poder ser atendidos.

Los transeúntes que desfilaban ayer a media mañana por la avenida de España de Vila se quedaban asombrados al ver una gran fila de personas que salía de la primera planta del edificio de la máxima institución pitiusa y llegaba hasta la acera. Era el mismo asombro que tenían los que acudieron ayer a pedir cita para la ITV o los jubilados que buscaban renovar sus abonos T-Daurada para el transporte público.

«Es increíble, hay únicamente una señorita para todo el mundo y además, no hay nada de información, no se dónde tengo que colocarme y si tengo que ir a un sitio o a otro», se lamentaba una joven que acudía a solicitar fecha para acudir con su vehículo hasta el centro de Santa Gertrudis.

Precisamente, esta falta de información era una de las principales quejas. Únicamente un pequeño cartel indicaba con una flecha el lugar donde se reservaba cita para la ITV pero del de la T-Daurada ni rastro, algo que desconcertaba a las personas mayores. «¿Dónde tengo que ir?», «¿Es esta cola?», «Seguro que me tengo que poner aquí, mira que si con lo que llevo esperando luego no es...», se escuchaba una y otra vez en la fila.

Finalmente, tras algo más de media hora de espera y mientras el volumen de personas aumentaba a la entrada del Consell d’Eivissa la llegada de otra funcionaria en auxilio de la primera hizo que el trámite se fuera realizando de forma más ágil. Aún así, las quejas continuaron durante un buen rato. «Es vergonzoso que no pongan más gente y que nos tengan aquí esperando como si nuestro tiempo no fuera valioso sabiendo que a primeros de año todos venimos a renovar nuestra tarjeta para el autobús», lamentaba uno de los usuarios después de efectuar su gestión.