El concejal de Medio Ambiente, Juan Mayans, junto a la concejala de Juventud, Mar Sánchez, ayer, durante el pleno. | DANIEL ESPINOSA

Las inversiones previstas para mejorar la red de agua y saneamiento del municipio de Vila no llegarán, como mínimo, hasta 2015. El equipo de gobierno del PP aprobó ayer por pleno, con el voto en contra de PSOE-Pacte y ExC, y la abstención de Epic, renunciar al concurso público para la renovación del servicio, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que reconoce el derecho de prórroga de la empresa Aqualia para continuar con la prestación del servicio hasta octubre de 2015. Una prórroga que amplía la concesión cinco años más para una contrata que empezó en 1990 y debía concluir en 2010. El concurso público en marcha preveía obras por 13 millones de euros para las canalizaciones de la ciudad, que ahora deberán esperar unos tres años más, hasta que Vila haga una nueva licitación del servicio.

El concejal de Hacienda y Medio Ambiente, Juan Mayans, afirmó ayer que la sentencia «es un boomerang» para PSOE-Pacte y ExC, que gobernaban en la anterior legislatura, y «no avisaron en tiempo y forma» a la concesionaria de que se celebraría un nuevo concurso.

La portavoz de PSOE-Pacte, Lurdes Costa, reconoció que el error cometido favoreció a que los tribunales le hayan dado la razón a Aqualia, pero afirmó que la sentencia «solo analiza la prórroga» y no dice nada sobre la renuncia del concurso. «Sí dice que hay un desajuste económico y que se está pagando en exceso a esta empresa porque ya se han amortizado todas las inversiones que se han hecho en estos primeros 20 años y por tanto insinúa que lo que hay que hacer es una revisión de precios», aseguró Costa, que insistió en que es más barato indemnizar a Aqualia que renunciar a la licitación, no solo por los recursos que podrán interponer las tres empresas que optaron, sino también porque la concesionaria podría estar «cobrando más de la cuenta» mientras que una indemnización sería «poca cosa».