Un camarero atendiendo a los clientes, en una imagen de archivo. | KIKA TRIAY

Eivissa y Formentera son las únicas islas de Balears que han visto crecer la cifra de nuevas altas laborales como fijos discontinuos en los últimos cuatro años pasando de los 2.926 contratos de ese tipo en 2009 a los 3.058 registrados el año pasado. Por contra, Mallorca ha perdido 893 trabajadores fijos discontinuos y Menorca 244 desde 2009, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

A las nuevas altas laborales hay que sumar los llamamientos para trabajar de quienes ya son fijos discontinuos. En este sentido, entre enero y agosto (periodo donde se producen más llamamientos) del año pasado se produjeron 8.950 llamamientos, por lo cual en 2012 las Pitiüses contaban con algo más de 12.000 personas trabajando bajo esta modalidad. Un año antes, el total fue de 11.328 y en 2010 la cifra contabilizada fue de 10.677 trabajadores de este tipo. Cabe recordar que los sindicatos han apuntado en más de una ocasión que el aumento de este tipo de contratación significa una «precarización» del empleo, pues únicamente se trabajan unos meses al año.

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