La primera atención que recibió el denunciante fue en el centro de salud de Sant Antoni. | Marco Torres

El Consell Consultiu de les Illes Balears ha desestimado una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el hospital de Can Misses y el centro de salud de Sant Antoni, que interpuso un hombre que perdió el 80% de la visibilidad de su ojo izquierdo y que ahora está esperando un trasplante de córnea. El reclamante atribuye a ambos servicios «un diagnóstico y tratamiento erróneos causantes de un agravamiento irreversible la visión» de su ojo, que podría haberse evitado «si hubiera sido atendido por el servicio de oftalmología».

Así lo indicó en el escrito de reclamación enviado el Área de Salud de Eivissa y Formentera en diciembre de 2010. Según relata, en septiembre de ese año acudió al ambulatorio aquejado de «un enrojecimiento del ojo izquierdo, secreciones y fotofobia» donde fue diagnosticado de «abrasión corneal» y se aplicó tratamiento, pero «sin ser derivado a la especialidad de oftalmología».

Al no haber mejoría, a las 22,00 horas del mismo día acudió a Urgencias de Can Misses, donde fue evaluado por una enfermera y, al solicitar ser atendido por un médico especialista, se le explicó que debía esperar al día siguiente en el que, «a pesar de haberse presentado a las 10,00 horas, no fue atendido hasta las 16,00 horas». Una vez en la consulta de oftalmología, «sin diagnóstico concreto» se le recetaron, entre otros fármacos, dos antibióticos. Al sentirse «peor» esa misma noche se trasladó a Madrid y en el hospital San Carlos le diagnosticaron «infección corneal» indicándole que debía dirigirse urgentemente al hospital de su lugar de residencia, en Valladolid (Río Hortega), donde quedó ingresado de urgencia para recibir tratamiento intravenoso con un diagnóstico de «absceso corneal y probable endoftalmitis [grave infección del globo ocular]».

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