Imagen de archivo de la playa de Migjorn de Formentera. | Guillermo Romaní

En la comparecencia del pasado miércoles en la sesión plenaria del Consell de Formentera, la consellera de Turisme, Mobilitat i Comerç, Alejandra Ferrer, destacó que, a raíz del decreto 20/2011 de clasificación de categoría de los establecimientos de alojamiento turístico, se han presentado, hasta el momento, un total de 92 autoevaluaciones por parte de los distintos empresarios de la pitiusa menor.

En este sentido, veinte establecimientos apuestan por aumentar de categoría, mientras que otros 16 han solicitado el cambio de grupo. «El nombramiento de un inspector temporal de turismo ha permitido que a día de hoy se hayan realizado casi el total de las inspecciones a hoteles y hostales que han solicitado el cambio de categoría y en este último periodo se están realizando las inspecciones a los apartamentos turísticos», indicó Ferrer.

Viviendas turísticas

Además, la consellera apuntó que es de «gran importancia» ampliar las inscripciones del registro de viviendas en entorno rural, tanto para los turistas «que podrán estar seguros de disfrutar de un alojamiento de calidad», como para los formenterenses «que podrán disponer de una infraestructura adaptada a la realidad de la afluencia turística con la que cuenta Formentera». De esta forma, la consellera señaló que una vez aprobada la nueva ley de turismo de Balears «se ha comenzado a trabajar en el borrador del reglamento para la obtención de la acreditación de calidad necesaria para la inscripción en el registro de comercializadores de las estancias turísticas en viviendas». Según Alejandra Ferrer esta normativa tratará de adaptarse lo máximo posible a la realidad de Formentera, «con el impacto mínimo a las demás empresas de alojamiento».

Por otro lado, la consellera destacó que desde su departamento se está trabajando en la modificación de diversas ordenanzas con el fin de incentivar a los hoteleros y a la oferta complementaria, en general, para que mantengan abiertos sus establecimientos durante al menos seis meses del año. Para ello, desde el Consell de Formentera ponen como ejemplo la bonificación en el pago de tasas y aumentándolas a aquellos establecimientos que permanezcan abiertos menos tiempo.