Para muchos de los presentes que acudieron a disfrutar de la fiesta en Puig d’en Valls ver a artesanos es hizo recordar tiempos pasados vividos en Eivissa.

Puig d’en Valls vivió ayer un viaje al pasado durante la jornada festiva que se celebró en el Moli de s’Olivera. Las motos anteriores a 1965, los coches que parecían salidos de un museo, los participantes en la Diada Pagesa y, sobre todo, las canciones de Los Pecos, Fórmula V o el tristemente fallecido Joan Baptista Humet que sonaban por megafonía, hicieron que muchos de los presentes se emocionaran al recordar otros tiempos.

Este fue el caso de Josep Lluis y su mujer Catalina, emocionados al contemplar «como estas mujeres trabajan el esparto con sus manos, todos los instrumentos que se usan en las collas o los cuchillos con los mismos dibujos en el filo que los que usaba mi abuelo».

Precisamente en este puesto de Juan Bonet se vivió uno de los momentos más divertidos de la jornada cuándo un matrimonio andaluz le preguntó si sabía poner remaches en objetos de acero inoxidable ante el desconcierto del artesano ibicenco.

Gran paella

Mientras Bonet intentaba reponerse de lo que acababa de vivir, las actividades en el Molí de s’Olivera no cesaron en ningún momento. Gracias al trabajo de los miembros de la Comisión de Fiestas, uniformados con sus camisetas naranjas, se cocinó una enorme paella para 500 personas, se pudo disfrutar de una demostración de juegos tradicionales, de tir amb basetja y de a una representación de ball pagès a cargo de las collas de Puig d’en Valls y Sant Agustí.

Eso sí, ajenos a todo, el matrimonio andaluz seguía sin comprender porque un constructor de cuchillos como Juan Bonet no les podía arreglar sus utensilios de acero inoxidable.