Nos quieren poner una nueva Inquisición o Comisión de la Verdad que consiste en llamar a cuatro lelos de la ONU que nos van a decir cómo ha sido la Historia de España y a partir de ahí comenzar la depuración. Creo que vamos camino de una dictablanda que consiste, de momento, en reinstaurar la censura, pero no una censura al uso como la de Ortega en Nicaragua o la de Maduro; o sea, la de los dictadores buenos de la progresía, sino una censura, digamos, ‘democrática’; o sea, una censura que no parezca censura, sino que se trata de que si no estás de acuerdo con sus postverdades eres un mentiroso y habrá que ponerle un bozal. Lo políticamente correcto es mucho más sibilino que la censura franquista, porque ante aquella, los incorrectos sabían a qué atenerse, a esta censura verdadera, buenista, ecologista y ong.niana no sabe uno cómo enfrentarla, es como una censura con radioactividad que te van metiendo en el cuerpo. Sánchez: vive y déjanos vivir dentro de un orden constitucional en el que todo el mundo tiene sitio. La verdad no tiene porqué ser tu verdad ni la de Pizzit&Dixit, ni la del Coleta. Vuestra verdad, como diría Mairena, os la podéis guardar. No te dediques a cambiarnos la forma de pensar y termina bien la tesis que hiciste que dicen (supuestamente) que es de las que se hacen en dos tardes. Estuviste en Costa Rica, país modelo en lo político, pero no sé si sabes, Pedro, que al lado está Nicaragua, dictadura bolivariana del rey de las plantaciones agrícolas, o sea, de Daniel Ortega, ¿por qué no te acercaste a ayudar a los nicas de Masaya que están siendo bombardeados por ese patrón del mal, o ese tipo de verdades no las contemplas?