Que este país está lleno de fascistas lo sabemos desde hace tiempo. Los que nacimos a mediados de los ochenta y, por lo tanto, somos hijos de la LOGSE, asociamos el término facha con los seguidores del lema ‘Una, grande y libre’ y que España es una y no cincuenta y una. Una gente que parece haber despertado con el auge independentista en Catalunya y que en Ibiza les vimos hace un par de semanas en Sant Rafel insultando a los asistentes al ‘sopar groc’ que se celebró en Es Cruce. Muchos de ellos, en las redes sociales, hicieron un llamamiento al boicot contra este restaurante y contra los otros establecimientos que vendieron los tiques para la cena. Una táctica que no sé si les salió demasiado bien porque la docena de energúmenos que malgastaron un viernes por la tarde gritando a los que acudieron al ‘sopar groc’ se situaron en el restaurante de la acera de enfrente, que es de los mismos propietarios que Es Cruce. Qué fenómenos, tú. ¡Bravo!
En el otro lado de la balanza están los ‘progres’ que dedican en su tiempo libre a intentar echar mierda sobre los difuntos, como el senador Johan McCain. Una gran figura política y militar que llegó a disputarse la presidencia de los Estados Unidos con Barack Obama. Sin embargo, lo más destacable que se le ocurrió escribir en Twitter a un concejal vileru que aún no ha empatado con nadie es que McCain, un republicano que se posicionó en contra de las políticas de Donald Trump, se ha ido de este mundo sin ser juzgado. Ya le gustaría tener a este edil una milésima parte del valor que McCain demostró en la guerra de Vietnam, donde fue capturado y torturado. Por cierto, ya sería hora de que comentara alguna cosa sobre la situación en Venezuela.