El dato es de ahora mismo: España alcanza los 1.163 billones de deuda pública. A la vez que se propaga el dato sale Coleta Iglesias diciendo que hay que subir el gasto, para que el Estado tenga más dinero para hacer las tonterías que se le ocurra a su grupúsculo. Es impresionante que tengamos estos timoneles, lo lógico sería ahorrar en momentos de bonanza para reducir la deuda y sus enormes intereses y tras ese esfuerzo tendremos más dinero para atender necesidades. Lo cierto es que con Rajoy la economía se ha recuperado, han disminuido los parados pero es verdad que el trabajo sigue siendo muy precario y los sueldos de muchos, ridículos, y en eso es en lo que tendría que estar trabajando Sánchez, en cómo mantener el crecimiento económico sobre mejores fundamentos, esa tendría que ser su prioridad y no otras que solo enredan y no nos dan de comer. Pero hete aquí que hace unos días el Fondo Monetario Internacional, nido de corruptos e institución de la que no te puedes fiar, que casi siempre da datos malos de España, ha publicado en su último informe que España va a ser, dejando a un lado las economías emergentes, una de las economías que más va a crecer, y ve cierta fortaleza en ese crecimiento. ¿Cómo se come eso en un país que está con una autonomía camino de la independencia, un presidente de Gobierno sin sentido del Estado que gobierna en nombre de una minoría, una institución, ahora vertebradora, la de Felipe VI que está siendo asediada por las cloacas y por algunos partidos y unos antisistema que lo único que quieren es que la democracia no funcione para imponer el modelo del autobusero Maduro o del pensador Echenique? Pues se come, porque la gente sale cada día a trabajar y el país va solo, al margen de sus mediocres políticos.