Hay revuelo y malestar por la decisión de Més per Menorca y Ciudadanos de votar en contra de la introducción de una enmienda a la Ley de Seguridad Laboral para aprobar la gratuidad de los aparcamientos de Can Misses y Son Espases. Lamento descafeinar el clima contra los menorquines, que por primera vez se han llevado más bofetadas que los mallorquines, pero pretender aprobar la gratuidad del parquin de Can Misses con esta ley demuestra una total y absoluta improvisación, un brindis al sol, como suelen decir, y confirma el populismo irresponsable y rancio en el que están instalados nuestros políticos.

La cuestión es si es caro el parquin de Can Misses, y parece que todo el mundo está de acuerdo, pero si es gratis al final lo pagaremos todos, incluso los que nunca han pisado ni pisarán el hospital. No sé si ese es el camino más adecuado, si un ciudadanos de Ibiza tiene que pagar la gratuidad del parquin de Son Espases o un menorquín lo mismo de Can Misses, como querían aprobar nuestros diputados con chapuzas legislativas.

Igual no se han dado cuenta, pero esta fiesta la pagaremos entre todos, y lo que habría que preguntarse es quién gestionó con la empresa concesionaria las tarifas de los aparcamientos del hospital ibicenco y que no vuelva a ocupar un cargo público por incompetente. Pero por una vez hagan las cosas bien y no deterioren más la vida política, que los ciudadanos empiezan a estar bastante hartos.