Con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno la ultraderecha «voxiana» y la pepera más recalcitrante han salido de sus cuevas y se han quitado las máscaras para mostrarse tal como son en realidad. En Europa los populismos más oscuros ya hace años que se han instalado y lo peor es que ideológicamente hacen estragos escorando la política hacia el lodazal del odio. Juegan con los sentimientos más bajos y se aprovechan del miedo provocado por la inestabilidad económica, tal como ocurrió a principios del siglo XX con el fascismo y el nazismo que acabaron asolando Europa. Se creen defensores de los valores de una Europa blanca, cristiana y heterosexual que muy a su pesar ya no existe. Europa es multirracial, polisexual y un lugar donde todos los credos tienen cabida. Yo tengo amigas trans, inmigrantas, sin papeles, de todas las ideologías y cada una de su padre y de su madre y por ellas lucharé hasta el final. Mientras las buenas personas callen ante la discriminación y el odio no ganaremos la batalla de la tolerancia y la convivencia. Todas y todos debemos hacer saber a los abascales, los jorgecampos y los jorgefernandezdiaz que nos van a encontrar de frente y que lucharemos ideológicamente contra sus intentos de crear una Europa nacionalcatólica repleta de odio y de antivalores. Europa debe ser solidaria, abierta, social y tolerante. Estos señores creen que en España el franquismo está superado, que lo de la memoria histórica es un cuento chino y que Millan Astray fue un héroe. Lo de sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos les está escociendo. Esperemos que Pedro Sánchez no se acobarde y acabe por desalojar al dictador y que su familia haga lo que le dé la gana con su cuerpo. Es hora de pasar página de una vez por todas y de cerrar heridas que nunca se curaron.