El Eurotúnel es el túnel ferroviario, abierto el 6 de mayo de 1994, que cruza el canal de la Mancha, uniendo Francia con el Reino Unido. Y a este paso, el Eurotúnel será la siguiente propuesta que el PSOE y sus socios de izquierdas propongan para dar solución a los gravísimos problemas de movilidad que ellos mismos han creado en solo dos años de gobierno en la ciudad de Eivissa.

Primero fue la ‘genialidad’ de implantar un ferry entre Eivissa y Santa Eulària por mar que navegue en paralelo a la costa para evitar colapsar la carretera que une estas dos localidades (autora: Pepa Marí, consellera de Movilitat del Consell Insular d’Eivissa). Después fue culpar a los vecinos de Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Josep y Sant Joan de colapsar Eivissa por querer ir al médico, al juzgado o donde les dé la gana (autora: Elena López, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Eivissa). Ahora la solución es crear un carril exclusivo bus-taxi en una ciudad donde prácticamente todas sus vías tienen un solo carril para cada sentido de circulación, lo que, en la práctica, es como proponer construir un Eurotúnel (de nuevo: Pepa Marí). Y los despropósitos no son recientes: también fue el PSOE (entonces Pacte de Progrés o PSOE-Eivissa pel Canvi o PSOE&Cia) quien propuso construir un tranvía entre el aeropuerto y Platja d’en Bossa en un Plan Turístico de 2008 o 2009.

Tranvías, ferrys, inventar veinte carriles de circulación en una ciudad donde no los hay o el Eurotúnel son las soluciones del Partido Socialista para una isla de 572 kilómetros cuadrados, cuyas distancias máximas son de 45 kilómetros de norte a sur y 25 kilómetros de este a oeste y que el PSOE ha logrado convertir en solo dos años en la distancia que separa un punto geográfico de su antípoda. El alcalde Rafael Ruiz se las ha ingeniado para colapsar una ciudad de 11,14 kilómetros cuadrados en dos años y hacer del tráfico en Eivissa un problema tan grave como en Madrid o Barcelona.

Eivissa es hoy por hoy una ciudad colapsada, intransitable e inhabitable y que se enfrenta a una emergencia social en materia de tráfico que está afectando gravemente a la movilidad del resto de municipios de la isla. El Partido Popular de Vila lo lleva denunciando desde hace dos años y ha propuesto soluciones más económicas y eficaces que las ‘ocurrencias’ del actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Eivissa de Rafael Ruiz o las de sus compañeros socialistas y podemitas en el Consell Insular.

Rafael Ruiz no aporta soluciones. Al contrario, ha creado un gravísimo problema de accesibilidad y movilidad donde no lo había. Ruiz ha colapsado la ciudad. Ruiz ha impuesto a los vecinos de Dalt Vila un recorrido absurdo hasta sus casas a través de la avenida Santa Eulària que colmata aún más una de las principales ‘arterias’ de la ciudad. Ruiz ha intentado peatonalizar Vara de Rey (nunca ha sido tan peligroso caminar por las calles aledañas a Vara de Rey), sin prever accesos a la zona para peatones, ciclistas y vehículos. Ruiz se ha ‘cargado’ el pequeño comercio de los barrios del centro de la ciudad con su política de tráfico y aparcamiento. Ruiz ha dejado a medias un chapucero plan de cambio de sentido de las principales avenidas y lo ha dejado a medio hacer, precisamente, porque se dio cuenta (tarde) de la chapuza; o sea que nos deja, en herencia, media chapuza. Ruiz prevé ‘cargarse’ casi 3.000 plazas de parking en la ciudad, pero vendrá Autoritat Portuària de Balears a construir unas 600 plazas de pago para seguir ‘haciendo caja’ a costa de los vecinos y visitantes de Eivissa.

Vista su política de movilidad, es de suponer que Pepa Marí y Rafael Ruiz (y quizás, hasta la mismísima señora Armengol) estén estudiando también entre sus soluciones de movilidad para la ciudad y para el tráfico entre la capital y sus municipios hermanos el proyecto del grupo musical de los 60 ‘Los Mismos’ para construir un ‘Puente a Mallorca’: “Si construyeran un puente desde Valencia hasta Mallorca; será maravilloso viajar hasta Mallorca sin necesidad de tomar el barco o el avión, solo caminando, en bicicleta o autoestop”.

Señor Ruiz González, el tráfico y la movilidad es una simple cuestión de física: la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta y no imponer desvíos a su capricho que hacen de Eivissa una ciudad colapsada, intransitable, inhabitable y peligrosa. Y en su caso, también es una cuestión de química: la que no tiene usted con peatones, ciclistas, conductores, comerciantes, vecinos, visitantes, con su oposición política y me temo que con casi con nadie. #NoSePuedeCircularEnEivissa.