Como presidente de la Asociación Ocio de Ibiza siento preocupación y estupor al leer en la prensa los comentarios que se hacen sobre los establecimientos y empresarios del sector del entretenimiento y del ocio. Siempre pensé al llegar a la isla que aquí existía cierto orgullo por lo que es Ibiza. Pensé que su modelo turístico de ocio - tan cotizado e imitado a nivel mundial-, respondía a una línea de actuación consensuada, donde instituciones, empresarios y residentes, entendían las áreas de implicación de cada sector para obtener así un equilibrio entre todos aquellos que viven del turismo y del ocio, y entre aquellos que pudieran sentirse más afectados.

Por eso, me quedo estupefacto al leer una petició de una plataforma ciudadana que exige la “eliminación inmediata” de los beach clubs desplegada a todo vuelo, como si no se entendiera realmente el impacto económico y las consecuencias que los mensajes distorsionados de unos pocos pueden generar en la industria turística de la vive el 90 por ciento de las familias de la isla.

Sinceramente creo que estamos ante un grave riesgo para Ibiza. Permitimos con esos mensajes que otros mercados competidores se froten las manos. Vemos los niveles de reservas contenidos. Hay preocupación en el sector empresarial sobre las proyecciones de esta temporada. Se están creando nuevas reglamentaciones y normativas, pero no existen los medios para implementar las ya existentes. Incluso se otorga más importancia a las reclamaciones de unos pocos, obviando las consecuencias que ello tiene para miles de personas en la isla.

El impacto no se ve del todo en esta temporada, pero a ningún empresario se le escapa la certidumbre de que la curva de decrecimiento ya ha empezado.

Por eso, hago una llamada de atención, de alerta, si me permiten, porque ha llegado el momento de actuar desde el entendimiento. Hay mucho en juego y no merece la pena ni intentar desmentir a unos pocos sobre algunas peticiones que no tienen sentido. El sector del ocio está en alerta y así lo transmitimos hoy a instituciones y a todos aquellos que de una forma u otra viven del turismo y de la industria del entretenimiento en Ibiza.

La Asociación de Ocio de Ibiza lleva años representando a establecimientos de la isla desde la perspectiva de colaboración con instituciones, defendiendo y apoyando el respecto por las normativas que regulan el sector, apoyando causas sociales y de sostenibilidad en la isla, y participando en el establecimiento de acciones que minimicen las actividades descontroladas que puedan dañar la imagen de la isla.

En recientes meses se han incorporado a nuestra Asociación -que representa más de una treintena de establecimientos-, numerosos locales y existen otra veintena más en lista de espera. En estos momentos estamos desarrollando una hoja de ruta que representa las acciones de los próximos meses de la Asociación, así como un código ético de los asociados, donde se establecen reglas de actuación, cumplimiento de normativas, y la protección de la buena imagen del ocio como herramienta de colaboración y participación con instituciones y plataformas sociales.

Estamos en contra del intrusismo en el sector, en contra de aquellos que buscan el dinero rápido, que dañan la imagen del ocio, afectan la convivencia regulada con residentes e incumplen normativas reincidentemente a costa de la falta de recursos de las instituciones que, desbordadas, implementan leyes cada vez más restrictivas y tratan a todos los negocios bajo el mismo rasero.

Estamos a favor de crear nuevos puentes de comunicación con las instituciones para establecer una visión estratégica del ocio en la isla. Queremos cultivar también contactos con las plataformas sociales para desarrollar un modelo sostenible a corto, medio y largo plazo, mitigando su impacto en los residentes y mantener el ocio en Ibiza como un referente mundial (y no solo el nocturno).

Dicho esto, basta ya de mensajes distorsionados de unos pocos pensando que representan a todos los miles de trabajadores. Les sugerimos que trabajen y cambien su mensaje a positivo para buscar las fórmulas que permitan a todos los sectores trabajar hacia una solución. Compartimos las mismas preocupaciones, pero desde luego no el método ni el objetivo absurdo de intentar llevar esta isla al desastre.

Estamos en riesgo y es momento de hablar y crear unión entre instituciones, residentes y empresarios del ocio. NO pierdan más energía en intentar demonizar a los más de 20.000 empleos del sector del ocio y poner palos en las ruedas de una industria, el turismo, del que viven cerca del 90 por ciento de las familias de Ibiza.

Trabajemos en buscar soluciones porque vamos con retraso y queda mucha faena por hacer.