No me alegro de que nadie vaya a la cárcel y siento profunda empatía y compasión hacia todas las personas privadas de libertad. Pero también empatizo con las víctimas de los delitos de aquellos que han sido condenados a prisión. Y aún más con las víctimas del terrorismo. Tres años y medio de condena a Valtonyc son a todas luces excesivos, hace tiempo que lo tengo dicho y escrito: una condena desproporcionada. Pero me indigna que se le trate como una víctima cuando es un ‘hater’ que al margen de injurias a la Corona (delito por el que nadie va a la cárcel), cometió otros como enaltecimiento del terrorismo y amenazas.
Los mismos que reclaman el procesamiento de personas por delitos de odio cuando consideran que puede haber homofobia o xenofobia en la motivación de los autores de cualquier opinión (lo cual me parece estupendo), ahora lamentan que un rapero pueda ir a la cárcel, aunque haya deseado la muerte cruel y dolorosa de alguien, por el mero hecho de pensar distinto. Así lo han defendido Pablo Iglesias (Podemos) y Pedro Sánchez (PSOE) en Twitter. Cuando gobiernen introducirán en el Código Penal la eximente de ser rapero, ¿no? Pero ¿acaso han pensado en las víctimas del terrorismo, a quienes ahora exigen que soporten en silencio cualquier humillación pública y gratuita? Aquellos que defienden la libertad de expresión ilimitada de Valtonyc, están amparando la indefensión de quienes además de sufrir el zarpazo del terrorismo, se vean vejados con el ensalzamiento de sus asesinos y con la burla a su dolor. ¿Están dispuestos PSOE y Podemos a ser tan complacientes cuando alguien desee públicamente la muerte de la gente de izquierdas, los judíos, los negros, los gays, los transexuales o los gitanos? No entiendo cómo pueden defender a un indeseable como Valtonyc.