Tal vez esperen hoy una reflexión sobre Eivissa Medieval 2018. Pero no, no lo haré. Fundamentalmente porque cuando llegan estas fechas siento una morriña que me teletransporta hacia mi querida Ávila, donde tuve el privilegio de trabajar en una televisión local y donde viví varias ediciones de su mercado medieval, conocido como Mercado de las tres culturas. Sin entrar en detalles de si uno es mejor que otro, simplemente diré que son muy diferentes y que yo, y sin ánimo de ofender a nadie, me quedo con el que se hace allí.

Por eso doy un giro de 360º y pasaré de la supuesta Edad Media y el Renacimiento de Ibiza a la música con mayúsculas. Aún me estoy recuperando del espectáculo del sábado de Ressonadors y la Orquestra Simfónica y el Cor Ciutat d’Eivissa en el Palau de Congressos de Santa Eulària. Un espectáculo que Jesulín de Ubrique definiría en dos palabras: Im-Presionante. Y es que incluso, para hacerlo más especial, los músicos ofrecieron a los cerca de 5.000 asistentes una prueba de sonido en directo, ya que la lluvia impidió los ensayos y a punto estuvo de arruinar una actuación histórica. Señores, yo que soy de Madrid, de la Villa y Corte, me volví a emocionar escuchando temas tradicionales ibicencos como los que han recuperado Joan Barbé, Omar Gisbert y compañía. Y envidia sana de que esto en Madrid no se haga. Por ello, ibicencos, oriundos y adoptados como yo, disfruten el momento porque tienen algo Im-Presionante. Anímense y compren el disco físico para tener el recuerdo de una noche mágica y si son vagos o no tienen ya reproductor de cds, haganlo en itunes para así contribuir a que la música ibicenca esté, como hasta ahora, entre los veinte primeros a nivel nacional. ¿Quien puede pedir más?