El máster de Cifuentes sigue dando que hablar y por si fuera poco han salido nuevos y múltiples casos de currículums hinchadísimos entre los políticos españoles. Se rumorea que incluso uno de Podemos ha dimitido. La tontitulitis de nuestros políticos es enfermiza y contagiosa. ¿Desde cuándo nos ha importado a los españoles que nuestros gobernantes tengan estudios y mucho menos que sean inteligentes? A la hora de votar el pueblo es soberano...soberanamente tonto.
Cifuentes caerá por boba pero nunca por mentirosa porque nos encanta que nos mientan y se rían de nosotros. A Cifuentes le tenían muchas ganas hasta los suyos y más temprano que tarde caerá. Se ha convertido en un cadáver político aferrada al cargo como si le fuera la vida en ello. Seguro que Esperanza Aguirre está disfrutando viendo este dantesco espectáculo desde su palacete de Malasaña como una villana de película. Mariano Rajoy no está dispuesto a perder a Madrid y está intentando ganar tiempo mientras se va a Argentina a homenajear a las víctimas de la dictadura de Videla. Mariano es un cachondo como pocos.
Hablando de presidentes ¿Se acuerdan ustedes de José Ramón Bauzá? ¡Que gran líder! En el PP balear aún le recuerdan por ser el que llevó al partido a sus peores resultados en 2015. Pues este señor que podría haber vuelto a su farmacia lo más dignamente posible, acabó de senador en Madrid viviendo a costa de todos y trabajando por Baleares entre poco y nada. Esta semana pasada se ha votado en el Senado el descuento del 75% para los vuelos entre Baleares y la península y a la hora de votar el señor Bauzá no estaba ni se le esperaba porque estaba haciendo cosas súper importantes de senador. ¿En serio? El ex president ha colgado un video en su Facebook diciendo que es que el pleno duró menos de lo que suelen durar los plenos y no llegó a tiempo. O lo que es lo mismo, que le importa cuatro pitos lo que se trata en el Senado. Lo increíble es que aún haya peperos que pidan su vuelta en vez de rezar para que se quede en Madrid por mucho tiempo. ¡Tremendo ridículum!