Y ahora la violencia catalanista contra Baleares. Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) están empeñados en arrasar Cataluña, su economía y su sistema de valores. Para empezar, su nombre. ¿Una revolución patrocinada por las clases dirigentes, por los ricachones locales? Qué raro ¿verdad? Así es, aliados con los antisistema, mareas, podemitas y separatistas.

Esta semana santa no solo ha sido triste en Cataluña, ha sido violenta, con amenazas a políticos constitucionalistas, a magistrados como Llarena y su familia. Perfectamente organizados y preparados en la lucha de guerrillas urbanas por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) aplican el manual del perfecto activista en actos de terrorismo de baja intensidad, de momento.

En frente tienen a los Mozos de Escuadra, divididos y enfrentados entre ellos mismos, como una metáfora peligrosa de toda Cataluña: separatistas contra quienes defienden la democracia y la libertad dentro de la Constitución de España.

Quienes iniciaron este proceso diabólico hace apenas cinco años van siendo detenidos, gota a gota, lo cual ha enervado a los separatistas que siguen cobrando para organizar la algarabía y la lucha callejera. No les gusta que se les detenga por rebelión, ellos siguen sintiéndose intocables: España ha de permitirles todo y encima financiarles con sabrosas cantidades de dinero. Y si fracasan, quedar impunes. Porque ellos lo valen: son catalanes.

Y han fracasado en todo. Han dividido Cataluña, la han arruinado (la fuga de la World Race Cup es la última puñalada). No han internacionalizado el conflicto y ahora van contra Baleares: «Tomar el puerto y aislar Baleares, cerrar Mercabarna y jodemos a todos» (los CDR). Pero ¿no éramos aliados?

Cuando el presidente Vicent Torres llegó de Barcelona –al parecer muy impresionado– dijo que Ibiza debía estrechar relaciones con Cataluña. Yo me quedé de piedra: nos tienen a los niños sumergidos, hacen y deshacen a su antojo ¿qué es lo que habrá que estrechar? -me pregunté.

Todo lo contrario, sabemos por experiencia que cada vez que nos hemos apretado y estrechado más de la cuenta con los catalanes, hemos salido descalabrados.
@MarianoPlanells