He trabajado en el West End, disfrutado y salido de fiesta múltiples veces por él. Tengo grandes amigos empresarios allí, los cuales, no son responsables de la deriva actual pero se verán afectados, inicialmente, por la medida que acaba de aprobar el ayuntamiento.

Estos empresarios que quieren a su municipio se adaptarán y acabaremos todos alcanzando un equilibrio entre descanso y actividad económica que beneficie a todos.

En cambio, me indigna y hace mucha gracia leer cómo algunos empresarios de la zona lamentan y denuncian la pérdida de puestos de trabajo y clausura de locales que ocasionará el nuevo horario de cierre.

Pero lo que no dicen, estos mismos empresarios, es cuántos puestos de trabajo y cuántos restaurantes y bares cerraron los últimos 20 años por el cambio turístico del West provocado, en parte, por las prácticas llevadas a cabo por quienes hoy se quejan.

¿Cuántos puestos de trabajo destrozaron los Pub Crawl que organizaba alguno de los que hoy escuchas quejarse? Bares que no entraban en esa rueda (pagando) quedaban al margen teniendo incluso que cerrar algunos de ellos. Por no resaltar lo desastres a la imagen turística que ocasionaba los excesos de esas excursiones.

Algunos recordaréis míticos restaurantes, hamburgueserías, pubs, tiendas, etc, que había allí y que acabaron cerrando ¿Quién fue el responsable? ¿Quién tuvo la culpa? ¿Cuántas familias perdieron su negocio y trabajo?

¿Cuántos vecinos ha echado del centro ese modelo turístico? ¿Cuál es la peor imagen que se enseña de la isla de Ibiza? ¿Cuántos tenéis amigos de la isla que les cuesta bajar al pueblo en verano? Es hora de reaccionar.

Al final, algunos han estirado tanto la cuerda que la solución al cambio de modelo sólo podía llegar con una medida valiente y contundente porque algunos de vosotros, unos por acción y otros por omisión, os habéis negado a poner remedio y formar parte de la solución.

Acabo por el principio. Lo siento por esos amigos que lo hacen bien y se verán afectados en un primer momento por esta medida. Quizá es momento de generosidad, de renunciar un poco, de ceder posibles beneficios cortoplacistas por un futuro mejor para todos. Estoy convencido de que será por el bien común y acabaremos viendo un Sant Antoni mejor y miraremos atrás sintiéndonos orgullosos todos del cambio realizado.

Gracias compañeros y compañeras del ayuntamiento, me hubiera gustado poder acompañaros en el pleno.