No me quiero ni imaginar qué dirían los de Reinicia Sant Antoni o los de Podem-Guanyem si al PP se les hubiese ocurrido construir un crematorio al lado de, no uno, sino tres centros escolares. Me temo que ellos mismos, de su puño y letra hubiesen preparado las pancartas que cuelgan estos días del CEIP Guillem de Montgrí. Es bastante lógico que los padres se quejen. Absolutamente razonable que no quieran que al lado del patio del ‘cole’ de sus hijos haya una instalación donde se está incinerando a personas fallecidas. La demanda social en Sant Antoni para que construyan un crematorio debe de ser altísima, pero sinceramente no he visto a nadie manifestándose para pedir ésta infraestructura. Lo que sí hemos encontrado han sido un montón de papás y mamás preocupados e indignados por la decisión, pero sobre todo por la falta de información por parte del Ayuntamiento sobre las intenciones al respecto de este proyecto. «La mayoría no lo sabe»- comentaba una madre, «se ha publicado más de la Flower Power que del crematorio», se quejaba. Y tiene razón. ¿Acaso el Ayuntamiento quiere pasar de puntillas por este asunto porque ya tiene decidida la ubicación definitiva y no quiere (o ya no puede) variar el proyecto? ¿De verdad es ese el solar más adecuado en todo el municipio para hacer un crematorio, al lado de dos colegios de primaria, una guardería y en las inmediaciones de un polideportivo? Tendremos que estudiar a ver qué dice la normativa al respecto, pero de igual modo que está prohibido fumar en los centros escolares, o en los parques infantiles, la pura lógica y el sentido común llevan a pensar que no es el lugar más indicado y no ya para los niños. Pónganse también en la piel de los familiares de los fallecidos. Dando el último adiós a su ser querido con el sonido ambiente de las algarabías del patio, niños chillando y la sirena que anuncia que hay que volver a clase. Propongo que de hilo musical se escuche, además, aquella de Mecano: «No es serio este cementerio». Todo muy lógico, claro que sí.