El pasado sábado, Bauzá, organizó un acto con sus incondicionales en lo que hacía años se llamaba el Matadero de Palma. De tanto en tanto por Madrid me encuentro con el senador Bauzá, siempre le saludo un momentico, siempre ha sido muy educado conmigo, de hecho me pareció que su legislatura como president fue bastante cabal. Como yo vivo en Madrid, tal vez no tenga suficientes datos del directo en ses Illes, ni de las sinrazones de todas aquellas mareas flaúticas que le hacían huelgas constantemente y de aquellos maestros tan cabreados o de las leyendas urbanas de su farmacia marratxinera. No sé qué haría Bauzá en Balears, pero mentarlo a un adoctrinado es como mentar la madre a un mexicano. Lo cierto que un señor que puso las bases de la recuperación económica de su tierra que hoy ya es un hecho, no enredó el sector turístico ni prohibió nada, quiso impulsar el inglés, no robó, aseó el PP y desdeña toda ese subhistoria de los Païssos porque él piensa que Baleares no es un anexo de Catalunya: ¿es por eso un demonio? Esos que le tienen tirria, cuando les pides que te la razonen te das cuenta que no hay chicha, sino puro tópico. Ahora sale Arenas, un dirigente que nunca ha llegado a nada, llamando la atención a Bauzá porque se desvía de esa ortodoxia pepera que está provocando una enorme fuga de votos a Ciudadanos. Por si fuera poco, el PP balear no remonta, tiene los mismos votos que cuando echaron a Bauzá; o sea, que está como al final de la legislatura de Bauzá. El expresident busca su espacio político y poco a poco se lo están dando su mismo partido, Més, Puigdemont y el crecimiento Ciudadanos.