Si los miembros del equipo de gobierno del Consell d’Eivissa están delicados de salud, ¿qué le vamos a hacer? Cuando se presentaron a las elecciones parecían saludables y robustos. Y pese a ello, no las ganaron, pero pudieron unirse para evitar que gobernase el PP. Luego ha resultado que flojeaban, pero ¿cómo íbamos a saberlo? Todo el mundo puede caer enfermo y también tienen derecho a tomarse una baja médica para restablecerse aunque sean políticos. Es más, la política es una actividad en la que es mejor estar al cien por cien, porque de lo contrario te va minando y acaba por dejarte hecho polvo. De modo que es mejor que estén en sus casas hasta que se recuperen completamente, lo que deseo que suceda cuanto antes. Pero que nadie se alarme, porque el Consell va tirando igual de bien o igual de mal que siempre. Tampoco tenemos director insular de la Administración General del Estado desde hace 10 meses y ¿a que nadie lo ha notado? En Bélgica estuvieron 541 días sin gobierno (entre abril de 2010 y diciembre de 2011), algo que agotó al rey Alberto II, quien abdicó en su hijo Felipe. Pese a ello y aun teniendo en cuenta la crisis económica mundial, el paro se redujo, el PIB creció, el déficit mejoró e incluso se incrementó el salario mínimo interprofesional. Los altos funcionarios belgas se encargaron de que todo funcionase adecuadamente mucho mejor que los políticos. Y es que nada garantiza que un gobierno en plenitud de sus facultades físicas, mentales y políticas, sea mejor que no tenerlo. A las pruebas me remito: ¿alguien ha echado de menos a los consellers convalecientes? Hasta que apareció publicado en estas páginas, nadie se había dado cuenta. Y alguno hay que soluciona los mismos problemas estando en el Consell que estando en su casa, o sea ninguno. Así pues, que se mejoren y no tengan prisa por volver. La salud es lo primero.