La plataforma Prou! se ha propuesto recuperar las playas para que así los ibicencos y residentes en la isla puedan ir a comer tortilla payesa, algo que según ellos, se ha vuelto muy difícil en algunos de los arenales más concurridos de la isla. Lo hicieron el pasado domingo yéndose a hacer de domingueros al final de Playa d’en Bossa y amenazan con volver a hacerlo cualquier otro día de estos. Cada cual es muy libre de perder su tiempo como más le plazca, que para eso es suyo y no soy yo nadie para criticarlo. Pero algunos están llevando sus actuaciones de protesta que a priori, podrían estar justificadas, a una suerte de folclorismo que roza el ridículo, además de incurrir en la inutilidad más absoluta. ¿Qué es lo que piden? Si lo que quieren es denunciar la privatización de la costa y el exceso de superficie otorgado en régimen de concesión, cosa que se comprende, lo más normal sería que se plantaran delante del Ayuntamiento de Sant Josep y se comieran allí sus tortillas, en lugar de andar molestando a los turistas en sus tumbonas. A fin de cuentas, ¿quién es el responsable máximo de que los beach clubs se hayan apoderado de la arena de la playa? ¿Los turistas, los empresarios o la autoridad municipal que lo autoriza y lo consiente, vendiendo la concesión al mejor postor? Sucede que los de Prou!, además de una turismofobia rampante, sufren de ‘protestitis’ selectiva. Y como no les apetece protestar contra el Ayuntamiento que preside un socialista como Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, pues dicen que se van a recuperar las playas con tortillas payesas, pero de forma «pacífica». Ya pueden ponerse tibios de tortilla payesa y sobrasada, pero sus protestas no cambian nada, nada en absoluto. Si de verdad quieren recuperar las playas, que se vayan a hablar con el que las subastó indecentemente como si aquello fuera Christie’s.