Ha dicho ese gurú que es Pablo Manuel Iglesias, con su habitual falta de respeto a todo lo que no le gusta y su permanente búsqueda del trending topic (a falta de propuestas políticas serias, fundamentadas y dotadas presupuestariamente), que es tercermundista que uno de los hombres más ricos del mundo, o sea el exsastre leonés, hijo de ferroviario, natural de Busdongo, Amancio Ortega, haya regalado a la Seguridad Social 320 millones de euros para que compren maquinaria de primera generación que permita diagnosticar el cáncer y salvar las vidas de muchos españoles y hasta de algunos sin papeles y refugiados. Pablo es de esos que tiene inoculado en el cerebro que el rico es a la fuerza malo y el pobre es a la fuerza bueno. El rico es malo aunque regale maquinaria para diagnosticar el cáncer. Pero no nos dice Pablo que hay ricos de primera y otros de segunda. Amancio es de segunda, pero hay ricos de primera que Pablo no ve como ricos. Por ejemplo, nadie sabe cuál es la fortuna de Maduro o de la familia de Hugo Chávez o de Daniel Ortega o de la Kirchner o cuál era la de Fidel Castro o cuál es la de su hermano Raúl, pero estos son ricos buenos que además de hacerse ricos pronunciando la palabra «pobre» han arruinado completamente sus respectivos países y tienen su Seguridad Social hecha unos zorros. Tenemos una Seguridad Social, la española, que no está nada mal y encima viene un rico y nos regala unas máquinas para mejorarla, pues bienvenidas sean o es que le vamos a hacer asco a todo lo que suena a capitalismo porque nuestra aspiración es ser dignos las 24 horas. Dignos como tú, Pablo Manuel.