Tres patas para un banco: Sánchez, López y Díaz. El de la Preveyéndola quiere venganza en forma de dar poder a No Podemos; Patxi Nada no quiere nada y Susana Díaz la Tenacita (nueve años para licenciarse en Derecho), apoyada por el inefable Eduardo Madina y su prometido «shock de modernidad», ofrecerá un programa electoral la mar de atractivo que devolverá al PSOE el esplendor del pasado al incluir medidas tan loables y de tan hondo calado como las siguientes: en materia de erradicación de la xenofobia prohibición del apellido Matamoros y su sustitución de oficio por el de Salvamoros; eliminación de la carne de cerdo, animal impuro, en los comedores escolares, penitenciarios y sociales; en materia de memoria histérica, sustitución de las palabras «general», «coronel», «capitán» y «teniente» en el callejero por el vocablo «menestral» de manera que, por ejemplo, la calle del General Moscardó pasará a ser la del Menestral Moscardó y la del Capitán Haya, Menestral Haya; voladura controlada del Valle de los Caídos y otras que están en fase de estudio. Son medidas que elevarán grandemente el nivel de felicidad y satisfacción del ciudadano medio; también se modernizará la indumentaria regional prohibiéndose los aliños atávicos rancios y desfasados como el traje charro y los de lagarterana, faralaes, fallera, pasiego, baturro y demás; también, ¿cómo no?, se proscribirán zaragüelles, refajos, pololos, faltriqueras, cachirulos, bobinés y demás prendas anacrónicas. Quedarán excluidos de la prohibición los tradicionalmente utilizados en las comunidades autónomas históricas que, a diferencia de las ahistóricas y en razón de haber precedido al Imperio romano en gloria y esplendor, según aseguran, merecen una particular consideración que contribuya a la preservación de tan ilustre identidad ancestral. Así, pasarán a subvencionarse las barretinas, boinas, capadas o no, trajes de gaitero, etc. como arbitrio de ayuda al sector textil.

Quiero pensar que el imaginativo Madina nos chocará con un cambio radical de nuestros hábitos alimenticios, a cuyos efectos prohibirá disparates bromatológicos tales como las pipas de girasol, los altramuces, las chufas en salmuera, los zarajos o madejas, las patatas bravas, las berenjenas de Almagro, el farinato charro y las banderillas de tres pisos. En relación con lo que más adelante se dirá, quedará vedado el sacrificio de cochinillos, lechazos, pichones, ranas y demás bestezuelas de tierna edad. En cuanto al deporte de la caza, los perdigones de los cartuchos serán reemplazados por minúsculas bolitas de azúcar escarchado y las puntas de las flechas de los arqueros por bolas de algodón dulcemente anestésico.

El soporte de la candidata ("la gala de Madina, la flor de Alfredo", en frase feliz el maestro Ruiz Quintano) (*) se propondrá ponernos a la cabeza de la eliminación de la crueldad con los animales, para lo cual viene ponderando una serie de medidas de mucha novedad y gran modernidad. Así, por ejemplo, sopesa conceder la nacionalidad española a cuanto simio resida en nuestro territorio. Pero, para que no quede ahí la cosa; vamos a ser también pioneros en la protección de los seres de menor tamaño, particularmente los artrópodos y, entre ellos, muy especialmente, los insectos. De ahí que tenga el firme propósito de prohibir artilugios mortíferos como los matamoscas de rejilla, los electrónicos o eléctricos, los de ultrasonidos, el papel viscoso y los caseros a base de agua caliente con melaza. Se crearán unidades de concienciación en la hermandad del Hombre con el Insecto que darán empleo a miles de jóvenes entusiastas, preferiblemente del partido, con lo que se matarán (perdón, se anestesiarán) dos pájaros de un tiro.

Para rematar tan magna tarea, el apoyo de la candidata sopesa legalizar el matrimonio zoófilo y en un plisplás nuestro pueblo espeso y municipal se acostumbrará a diálogos del estilo de "aquí mi señora cabra, aquí una amistad" y España será vanguardia de un valiente Nuevo Mundo de la mano de un iluminado dispuesto a dejar atrás al Zapatero de la inane sonrisa.

(*) Para víctimas de la LOGSE, aclaro que alude a la obra de Lope de Vega basada en una canción popular:

«Que de noche le mataron

al Caballero

la gala de Medina

la flor de Olmedo»

De nada.