Exposición de motivos. El proceso de alelamiento de la población española -que se inició con la introducción de una pseudodemocracia descentralizada y se ha perseguido con loable ahínco por los partidos políticos que han venido desgobernando y saqueando el país desde entonces- ha ido progresando adecuadamente en líneas generales y avanzado considerablemente en las comunidades históricas, aunque queda mucho por hacer en las ahistóricas e imaginarias. Si la finalidad última del proceso era crear una sociedad de imbéciles igualitaristas satisfechos lo cierto es que, aunque su número se ha incrementado, quedan aún ciudadanos pertinazmente insatisfechos, lo que plantea la imperiosa necesidad de arbitrar mecanismos que, sin mermar el grado notable de idiotización ya felizmente alcanzado, contribuyan a disminuir o eliminar ese pequeño número de inadaptados.

De ahí que, de conformidad con el Consejo de Estado, de los agentes sociales, de Tele5, la Sexta y la Cuatro, y oídos destacadísimos paladines de la necedad contemporánea como el Papapampero, François Hollande, Merkel la Misericordiosa, Nicolás Maduro, Belén Esteva, Rafael Rufián y Pepiño Blanco, dispongo:

Artículo primero. Todo español, por el hecho de serlo, tendrá derecho a un título universitario de su elección en las siguiente ramas: Rumorología aplicada, Actividades lúdicas inanes, Perroflautismo avanzado, Ocupación de inmuebles, Contabilidad creativa, Teoría de la corrupción rentable, Mediocridad compartida, Beneficencia en provecho propio, Rentabilidad Sexual, Transformismo, Fraude fiscal avanzado, Tatuaje creativo, Antitauromaquia, Ciclismo urbano invasivo, Solidaridad provechosa, Bondad universal, Apertura general de fronteras y Necedad igualitaria.

Artículo segundo. En aras a la necesaria igualdad de los españoles, se suprimen archiducados, ducados, marquesados, condados, vizcondados, baronesa y señoríos.

Todo español, por el hecho de serlo y al alcanzar la mayoría de edad, adquirirá el título de Príncipe, que antecederá a cualquiera de sus dos apellidos, a su elección. Se permite la interposición de la partícula «de» entre el título y el apellido, así como la adición de las letras «s» o «es» al apellido elegido.

Artículo tercero. Se suprimen

a) Las prestaciones por desempleo

b) Las subvenciones de todo tipo

c) 2.800.000 funcionarios

d) Las ayudas y subsidios de todo tipo

Todo español, por el hecho de serlo, tendrá derecho a una renta vitalicia de 1.200 euros (euros mil doscientos) mensuales con cargo a los Presupuestos generales del Estado, sin más obligación que la de firmar el correspondiente recibí.

Disposición transitoria. A medida que vaya completándose el proceso de vaciado de las arcas públicas y con el fin de acelerarlo, se irá rebajando cada año la edad que da derecho a la percepción del subsidio contemplado en el artículo tercero de este Real Decreto-ley.

Disposición final primera. Hasta tanto se arbitren otras medidas inéditas, la financiación de las ya contempladas se hará mediante la supresión de las prestaciones enumeradas al principio de este artículo, de todas las universidades y mediante la introducción de una tasa simbólica de dos euros por la expedición de los títulos principescos.

Disposición final segunda. Este Real Decreto-ley entrará en vigor el mismo día de su publicación en el «Boletín oficial del Estado».

Dado en Madrid, Barcelona y Vitoria a 28 de diciembre de 2016. El Presidente primero del Gobierno, Mariano Cacho Hondo. El Lendakari, Ignacio del Trullo. El President de la Generalitat, El molt Honorable Pere del Trespercent i Tancontent.