El miércoles pasado se celebraron los actos conmemorativos del 12 de octubre, Fiesta Nacional y Día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. A todos ellos acudieron representantes políticos de casi todas las formaciones, aunque ninguno de Podemos, siguiendo la estela de su líder nacional, Pablo Iglesias, que considera que su lugar no es acudir a ese tipo de actos sino «estar con la gente». Cabe preguntarse si los actos que se llevaron a cabo en Can Sifre, o en Santa Eulària, o en Sant Antoni, son actos propios de «las élites», como sostiene Podem o sencillamente, se trata de un día festivo donde se reconoce el trabajo de los funcionarios de la Guardia Civil. Pero ya nadie duda de la alergia que los de Podem tienen a todo lo que representa a España y a sus símbolos nacionales, y lo mucho que simpatizan con los independentistas. Es estupendo que así lo sientan, pero no es lícito que intenten engañar. Armengol y otros líderes socialistas quieren pactar con Podemos y con los independentistas para que Rajoy, que ganó las elecciones las dos veces en que se celebraron por última vez en diciembre y en junio, no vuelva a ser investido presidente. Es el famoso ‘no es no’ de Pedro Sánchez, por el que claman también los socialistas ibicencos. Pero ese mantra solo puede prosperar o bien con un pacto con Podemos y los independentistas, si acaso no son lo mismo, (cosa más que dudosa) o con unas terceras elecciones que previsiblemente hundirán aún más al PSOE. Está claro que a Armengol, Torres, Ruiz, o Hernanz eso no les genera ningún problema, pero la mayoría de dirigentes socialistas del resto de España no están dispuestos a pactar con quien desprecia de continuo los símbolos de España y abraza a los independentistas, porque el coste electoral sería inasumible. Aquí ya lo es, pero ellos aún no lo perciben. Todo llegará.