Por mucho que intenten algunos tergiversar y cambiar la historia, reivindicando que el primer viaje de Colón se inició en la playa de Pals (Girona) y la descubierta de América para Cataluña, resulta que hay documentación más que suficiente para demostrar que Cristóbal Colón salió de la barra de Saltés, cerca de Palos, de Huelva y de la Rábida. El proyecto y la planificación del descubrimiento se gestó, sin duda alguna, en Andalucía con la colaboración de la Antigua Corona de Ara- gón, y me refiero al dinero contante y so- nante que aportaron los judíos conversos Luis Santángel y Gabriel Sánchez, escribano de ración y tesorero, respectivamente, del rey Fernando. Para corroborar tales afirmaciones utilizo documentos auténticos conservados en el Archivo de Indias de Sevilla, en el Archivo de Simancas y en el de la Casa de Alba.

Hay una carta patente de Don Fernando y Doña Isabel «a Diego Rodríguez Prieto y otros vecinos de Palos para que presten dos carabelas que ha de llevar Cristóbal Colón»; está firmada por el secretario Johan de Coloma el 30 de abril de 1492 en Granada. La carta citada se refiere a una penalización y lo dice muy claro: «Bien sabedes como por algunas cosas fechas e cometidas por vosotros en deservicio nuestro, por los del nuestro Consejo fuisteis condenados a Nos servir con dos carabelas armadas a vuestras propias costa e expensas...».

Tenemos también una real provisión «a las ciudades, villas y lugares de la costa del mar de Andalucía para que proporcionen a Cristóbal Colón los elementos necesarios para su expedición», que está fechada en Granada el 30 de abril de 1492. En la misma ciudad y fecha se despachó una real provisión por la que «se ordena suspender el conocimiento de las causas criminales contra los que van con Cristóbal Colón, hasta que vuelva». Firmada también en Granada en la misma fecha que las anteriores.

Más pruebas que el viaje de Colón se gestó en Andalucía es una real cédula dirigida «a los recaudadores de impuestos para que no se cobren derechos por las cosas que se sacaren de Sevilla para las fustas de armada que lleva Colón». Escrita el de 30 de abril de 1492 en Santa Fe. Otra carta patente fechada en Granada el 30 de abril de 1492 «ordena a los capitanes y gente de mar para que tengan a Cristóbal Colón por capitán.

Y de Guadalupe, el 20 de junio de 1492, tenemos una real sobrecarta a Juan de Peñalosa «para que ejecute lo ordenado a los de Palos en la de 30 de abril de 1492 sobre acompañar a Colón con dos carabelas».

Otra real sobrecarta es la dirigida a Juan de Peñalosa desde Guadalupe el 20 de junio de 1492, «para que se haga ejecutar lo que se ordenó por la de 30 de abril de 1492, a los justicias de Andalucía sobre proveer a Cristóbal Colón de tres carabelas».

Y no es que unos pocos residentes en el Principado de Cataluña, que por lo visto y oído no buscan la verdad, quieran cambiar el rumbo de la historia sermoneando que el inicio del viaje descubridor de América se produjo en Pals (Girona). Ni tampoco se trata de que desconozcan los documentos antes citados, sino que argumentan algo insostenible: intentan cambiar la realidad ha- blando de censura española y de la desaparición y destrucción de documentos auténticos, que habrían sido sustituidos por los ahora archivados en Sevilla y en Simancas. Lo más extraño es que consiguen buenas dotaciones económicas y que hasta cuentan con seguidores en Cataluña, sino que también tienen una notable presencia en los medios de comunicación del Principado. Y otra cosa peor: restan credibilidad al auténtico Cristóbal Colón, catalanohablante, judío converso y súbdito del rey Fernando. Y así nos va, que nos crecen los enanos por todas partes.

Hay una relación de gente (andaluza en su mayoría) que fue con Cristóbal Colón en el primer viaje, con una nota autógrafa que se halla inserta al dorso de una de las hojas de dicho documento. Se trata de la ‘Carta d’escrivano de cómo pagó su señoría a los de Palos’. Está fechada el 16 de noviembre de 1498 en Santo Domingo en la Isla Española y dice textualmente “... y porque pareçiese lo que yo gastase, quise que fuese por ante escrivano público en la villa de Palos, adonde armé por mandado de Sus Altezas tres navíos, una nao y dos carabelas...”. Pues bien, sobre la nota ha observado la

Dra. Estelle Irizarry, autora de El ADN de los escritos de Cristóbal Colón (2009) que «la página ilustra a la perfección, tal vez mejor que ninguna, el espacio para separar párrafos tal como aparece en los rollos sagrados. Las vírgulas son muy visibles»

Estamos, pues, ante un documento auténtico escrito por Colón. En consecuencia, otro elemento valioso para demostrar que Don Cristóbal salió de Palos, Andalucía.