La culpa de todo lo que está ocurriendo con el tema de las cabras es de un pescador que relató lo que vio en es Vedrà el día que los técnicos de Medi Ambient dispararon y mataron a 50 cabras. Con su comentario encendió las redes sociales, Vericad se negó a una entrevista con la TEF, y ayer se manifestaron 500 personas en las calles de Vila por este testimonio, una persona que explicaba cómo escuchó los disparos y vio a las cabras moribundas, con sus crias junto a ellas, también moribundas. Un comentario en los digitales ha manipulado a cientos de personas, que solo por ese testimonio, al parecer, mostraron su rechazo contra la decisión de matar a las cabras. El comentario supuestamente falso pesó mucho más que los publi reportajes de otros medios en favor de la matanza. Seamos serios. Es cierto que hay que regular las redes sociales, pero éstas no pueden ser malas solo cuando alteran la versión oficial. Apareció antes el comunicado de Podemos contra la matanza que el comentario del pescador. Pero lo que no se puede hacer Vericad es mentir, ocultar que un ganadero muy conocido en Eivissa registró en noviembre una propuesta para retirar las cabras sin necesidad de matarlas. Y luego poner como ejemplo Mallorca, donde se matan miles de cabras al año. Ese uso de Mallorca en determinados momentos me hace gracia. Porque lo que tendría que haber visto Vericad es cómo el GEN se retiró de la polémica tras algunos tuits desafortunados. ¿No vio Vericad los ataques al GEN tras comparar la matanza de las cabras con el toro de la Vega y la foto de las chuletas de cabrito de una conocida activista ecologista? En esta historia hay muchos protagonistas, pero intentar hacer creer que la gente se deja manipular por un comentario, que además estaba escrito sin insultos, es pensar que somos idiotas. Y luego cuestionar el sistema de votaciones de los animalistas. Que lo diga después del circo montado por su gobierno con la reforma de la carretera de Santa Eularia suena a chiste.