Eso sí, antes de la gran confesión, Jesulín de Ubrique sorprendió al periodista Julián Aguirre al explicar que de no haber sido torero «habría sido un gran portero de fútbol». «Tenía madera como guardameta», aseguraba. En la misma entrevista el torero también manifestó haber asentado la cabeza. Mientras en 2008, en otra de sus entrevistas con Ultima Hora, declaró no saber si le gustaban más las mujeres o los toros: «Son dos cosas por las que me desvivo»; en su última visita a la Isla reconoció tener ya una vida mucho más tranquila: «Han cambiado mucho las cosas. Y yo también he cambiado. Sobre todo a raíz del accidente de coche que tuve. Ahora me gusta disfrutar de mis hijos, de mis amigos, mi familia».
Sin embargo, se podría decir que la declaración más sorprendente que el torero realizó en la charla en cuestión fue respecto a uno de sus grandes miedos. Especialmente teniendo en cuenta su por aquel entonces profesión. «Confieso que tengo miedo. El toro siempre tiene cuatro años y 500 kilos. Yo cada año soy más mayor y ya me fallan los reflejos. Y cuando uno está inseguro delante de un toro, te coge», dijo.
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