Con las ruedas delanteras tocando el agua y a punto de precipitarse a la dársena en un puerto deportivo de Ibiza. Así acabó ayer por la mañana un todoterreno Range Rover mientras maniobraba en la zona de pantalanes.

El aparatoso accidente ocurrió en torno a las 7 de la mañana cuando, por causas desconocidas, el conductor introdujo el vehículo entre dos dos jardineras y medio coche quedó suspendido sobre el agua.

El vehículo, de más de 2.000 kilos de peso, quedó encajado en el límite del pantalán. El conductor bajó del coche y alertó del incidente que había sufrido.

Hasta la zona acudieron personal de las instalaciones y un primer vehículo que intentó recuperar el todoterreno accidentado. La primera maniobra para recuperar el Range Rover no tuvo éxito.

Operación rescate

Ante la imposibilidad de extraer el pesado coche de alta gama se reclamó a un equipo de auxilio en carretera de Grúas Ibiza con un dispositivo específico para cargar vehículos de gran peso.

El responsable del servicio explicó que se «trataba de recuperar el todoterreno evitando causar daños al vehículo, especialmente evitar daños que pudiesen acarrear el derrame de aceite o algún otro líquido al agua».

Los operarios aseguraron con una especie de arnés la parte delantera del todoterreno y, una vez asegurado, lo elevaron e introdujeron en la zona de asfalto.

La operación para recuperar el vehículo siniestrado se prolongó durante una hora. La maniobra de extracción fue seguida por decenas de personas que aprovecharon para fotografiar y grabar imágenes del momento.

Hace un año, otro Range Rover sufrió un accidente similar en el Nàutic de Sant Antoni.

En aquella ocasión, la presencia deun resistente llaüt amarrado en el puerto evitó que el todoterreno acabase en el fondo de la dársena.