El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz envió ayer a prisión a dos de los doce miembros detenidos el pasado jueves en Eivissa de una red internacional de blanqueo de capitales, un hombre de nacionalidad francesa y una mujer ucraniana considerados los cabecillas de la trama.

Los dos arrestados que han ingresado en prisión provisional por orden judicial son el ciudadano francés Pierre Dadak y su expareja, la ucraniana Kateryna Dirgina, a los que los investigadores creen jefes de la trama. El juez Pedraz les imputa delitos de integración en organización criminal, blanqueo, cohecho, coacciones, extorsión y amenazas. Según fuentes consultadas, habrían extorsionado a policías locales.

En el auto de prisión, el juez destaca que existe el peligro de que estas dos personas puedan fugarse a tenor de la gravedad de los delitos que se les atribuyen y en vista de que la causa sigue bajo el secreto de sumario y aún se está analizando lo incautado en los registros realizados durante la operación policial, uno de los cuales fue en la vivienda de Dadak en la isla, en Cala Vedella.

Respecto de los otros tres detenidos que ayer pasaron a disposición de la Audiencia Nacional (el holandés Solomon Lampie y los polacos Roman Romanik y Piotr Banasik), el juez les dejó en libertad, pero con la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer cada mes en un juzgado.