Joan Bufí, durante la entrevista concedida a Periódico de Ibiza y Formentera en las instalaciones del Grupo Prensa Pitiusa. | DANIEL ESPINOSA

Joan Bufí medita retirarse de su actividad en la delegación ibicenca de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) tras más de 15 años al frente. A sus 71 años, el empresario hotelero hace repaso de la actualidad insular centrando sus críticas en la competencia desleal y en medidas, como la ecotasa, puestas en marcha por el Ejecutivo autonómico. Destaca, no obstante, el impulso empresarial para la renovación de establecimientos y hoteles de la isla y prevé una leve ralentización de la economía pitiusa.

—¿Cómo están pasando el invierno los empresarios de las Pitiusas?
—Bastante mejor que el año pasado. Hay más obras en marcha en cuanto a renovación, remodelación y ampliación de muchos establecimientos turísticos. Creo que la gente se siente animada por el futuro de la temporada que viene, que se prevé incluso mejor que la anterior. Esto incide en que haya más empleo y que todo vaya un poco mejor porque del resultado se beneficia todo el mundo en general.

—Las estadísticas hablan de una recuperación del empleo, pero no así de la calidad de los contratos. ¿El trabajo es demasiado precario en las islas a pesar de los buenos resultados económicos?
—Aquí teníamos convenios, sobre todo en hostelería, que están por encima de otros en España. Ahora empleos precarios se dan muy poco y si se dan son de estos empleos de algunas empresas desconocidas, sumergidas en la clandestinidad. La mayoría de las empresas pequeñas, medianas y grandes, el empleo por horas, media jornada y de sueldos inferiores creo que no existen. Cuando hay este tipo de ofertas de trabajo, lo que hay que animar a la gente es a que denuncie porque están haciendo competencia desleal al empresario. En Ibiza la cultura empresarial es bastante buena, lo digo desde la experiencia, donde tanto empresarios como trabajadores han correspondido muy bien y ha habido un trabajo de colaboración estrecho y recíproco.

—¿Son el intrusismo y la economía sumergida los principales problemas a los que se enfrentan actualmente?
—Sí, tenemos un problema añadido y es una competencia desleal por una economía sumergida para la que no tenemos suficiente control. Hay una oferta muy dispersa en toda la isla, con construcciones y pequeñas empresas diseminadas, y lo hace más difícil de poder controlar. Hay una oferta clandestina, ilegal, escondida por esos rincones de la isla y esto es perjudicial y es lo que venimos denunciando porque repercute bastante en los empresarios que legalmente contribuyen con todas sus obligaciones fiscales y laborales. Esta gente escondida por ahí ni cotiza legalmente, ni hace los trabajos correctamente, no tiene al personal asegurado, y este es uno de los problemas graves que tenemos en la isla y que no somos capaces de controlar. Y aquí también hablamos de que se pueda alquilar cualquier sitio. Pisos y viviendas que se alquilan de forma alegal, que traen una serie de consecuencias que perjudican a la isla económicamente, da una imagen que no es muy buena y competencia desleal. Además, está sobrepasando los límites de servicios que se pueden dar en la isla.

—¿La Ley Montoro es la excusa ante la falta de funcionarios, agentes, inspectores...?
—En las islas siempre sufrimos un poco de desigualdad frente al resto, pero hay una explicación. Comprendo que en Ibiza tenemos unos 140.000 residentes y con ese número tenemos derecho a unas plantillas, pero hemos generado que no sean 140.000 personas las que viven en la isla, sino muchísimas más, y en verano no se duplica, se triplica la población. Para prevenirlo y arreglarlo tienen que haber unos acuerdos a nivel insular para negociar con el Estado que pueda garantizar unos servicios, sobre todo de seguridad, suficientes, y las administraciones locales que busquen también medios para controlarlo. Pero si hemos creado una sobrepoblación, trae consecuencias como contrataciones ilegales, empresas ilegales, oferta de alojamiento irregular, etc. Desde hace años informamos de que vamos por este camino y ahora nos encontramos carreteras colapsadas, servicios colapsados.... ¿Y la culpa es Montoro? No creo. Hay gente que se preocupa más de la imagen y de obtener rédito que no de solucionar los problemas.

—¿Considera peligrosas las manifestaciones de diputados sobre limitar la llegada de turistas? ¿Hay que poner un techo a la isla?
—Nos encontramos desbordados y he dado las razones, pero si nosotros hemos creado y ofertado esto... Las plazas turísticas legales no han crecido mucho en los últimos años. Estamos en torno a las 100.000. ¿Pero cuál es el montante de los turistas que vienen en verano? Casi 3 millones de visitantes, entonces resulta que esas plazas hoteleras legales se han ocupado 4 o 5 veces. Es imposible, estamos creando una oferta superior a la que tenemos, y luego nos quejamos. Y sobre las declaraciones de ciertas personas o partidos, hablar de fútbol en la barra de un bar todo el mundo sabe, pero esta gente que critica el turismo, ¿le interesa sentarse en una mesa con todo el mundo y saber negociar y buscar soluciones a la realidad? Esto no lo he oído de nadie.

—¿Qué opina sobre la problemática de los alquileres abusivos y la falta de vivienda?
—Es una vergüenza nacional, que un piso se alquile por 10.000 o 12.000 euros al mes es una vergüenza, hemos salido en todos los reportajes de la televisión española. ¿Qué imagen van a tener de la isla? ¿Quién se atreve a parar esto? Si hay 100.000 o 110.000 plazas legales, pues eso es lo que podemos ofrecer, si esto fuera así posiblemente lo demás no pasaría. Pero hay gente que quiere venir a toda costa y paga el precio que sea. Si hay demanda, la oferta se pone, sea legal, alegal o irregular, y además no hay control, no pagan impuesto de la ecotasa ni tributos a Hacienda ni a las administraciones.

—¿Cree que servirán de algo las leyes que prepara el Govern balear?
—No favorecen en absoluto, al revés. A veces pienso si son conscientes de lo que hacen y hasta dónde va a llegar esto.

—¿Qué soluciones proponen desde la CAEB?
—Hay que cambiar la LAU de forma urgente y, segundo, no intentar con una ley turística amparar la posibilidad de que haya más fraude. Si vamos a legalizar los pisos en la ley turística, estará fuera de control reunir todos los requisitos. En los hoteles y apartamentos se lleva un control diario que hay que dejar plasmado y pagar unos impuestos, ¿cómo van a exigir a estas miles de camas de pisos que cumplan? O todos moros o todos cristianos. Lo quieren legalizar a cambio de pagar 600 euros. Esto clama al cielo. A cambio de 600 euros puedes hacer lo que te de la gana. ¿Alguien entiende esto? Claro que nos hemos manifestado en contra en Ibiza, porque han visto lo grave que puede ser legalizar los pisos turísticos.

—¿Los empresarios temen que esta burbuja acabe repercutiendo en el empleo y la actividad en temporada alta?
—Por supuesto, profesionales incluso. Pasó los dos últimos años en Can Misses y seguirá pasando. No había pisos y los profesionales de sanidad no encontraban. Al final no podremos ofrecer servicios a los turistas, que tienen todo el derecho. Pisos en Ibiza hay muchísimos, pero cuando lees que alguien alquila su piso por 12.000 euros al mes... Si alguien los paga, no tengo nada en contra, pero, ¿qué hará este señor que paga 12.000 euros por este piso, qué actividad hará dentro de él? ¿Convertirlo en una agencia de viajes, en una especie de hotel? Lo hemos convertido en una industria y sin permisos legales ni alta fiscal. Y este piso ya no irá destinado a familias o trabajadores. Estamos desbordados totalmente.

—¿A qué ritmo va a crecer Ibiza en los próximos años?
—En 2016 crecimos a un ritmo inferior al del resto de islas, algo más del 2,5%. En Ibiza ha bajado un punto mientras en Mallorca ha aumentado y Menorca está estable. Es razonable este ritmo porque Ibiza había crecido mucho hace años, con dos puntos por encima del resto de islas. Pero no siempre se puede seguir creciendo a la misma velocidad. Nosotros solo tenemos casi empresas de servicio y es normal que no se pueda crecer más. Estamos en buenos niveles, pero hay que diversificar la oferta. Ibiza crecerá este año creo que sobre el 2 o 2,5% y para los próximos años seguiremos creciendo hasta estabilizarnos en el 1 o 1,5%.

—¿Qué le parecieron las declaraciones de la diputada de Podemos Laura Camargo, quien opina que para los temporeros sería excesivo trabajar más meses?
—Escuchar cosas de estas... A los empresarios no nos ha hecho gracia, pero menos gracia les habrá hecho a empleados que trabajan 6 o 7 meses y lo que están deseando es poder trabajar más meses para cubrir todos sus gastos y mejorar su economía para poder gastar o invertir. Son unas declaraciones lamentables.

—¿Qué opina sobre el reparto de los fondos de la ecotasa y del impuesto en sí?
—Me ha parecido lamentable y una palabra muy fuerte: es de vergüenza. Mi ánimo no es insultar a nadie, pero si es verdad que se está financiando un proyecto institucional a una empresa que aunque sea pública (Abaqua) es también privada... No creo que haya pensado muy bien la administración conceder estos millones porque se podrían haber hecho muchas cosas; mejorar rotondas, jardineras, palmeras en los pueblos, enriquecer la naturaleza, hacer cosas que después al turista se le pueda explicar lo que se está haciendo en la isla con su dinero. Tienen derecho a saberlo. ¿Cómo les vamos a explicar que lo hemos entregado a una empresa para hacer unos trabajos que se supone y se sabe que estaban contratados y adjudicados con dinero público? No lo entiendo. Ahora mismo se ve cómo el dinero que se recauda no es para turismo sostenible sino recaudar dinero para la caja de los truenos de las instituciones. Lo fue la primera vez y vuelve a serlo ahora, lamentablemente. Que lo diga un partido, bueno, pero que lo diga todo un gobierno y esté apoyado por diferentes partidos políticos lo hace más grave. Cuantos más cómplices hay, más grave es el asunto.

—La CAEB cumple 40 años. ¿Qué destaca de su servicio a las empresas y a la sociedad ibicenca?
—CAEB siempre ha tenido representatividad en la isla, unas veces más y otras menos. En Ibiza llegamos a tener unos locales bastante grandes y nos hicimos especialistas en información. Tuvimos unos excelentes resultados y la gente estaba muy satisfecha. Tuvimos que dejar la formación subvencionada porque la legislación no estaba clara y se optó por dar formación concertada. Tenemos unas 35 asociaciones y algunas federaciones, como la hotelera, que reciben nuestro apoyo tanto desde la delegación ibicenca como de la central a nivel balear. Nos sentimos orgullosos por este 40 aniversario. En Ibiza llevo 16 años al frente y estoy muy contento y feliz. Siempre hemos estado al amparo, ayudando y colaborando con cualquier forma empresarial y con la sociedad para contribuir en que tanto los sindicatos como la parte empresarial fueran la pata de apoyo central de las instituciones y gobiernos para que la vida fuera cada vez más democrática. La democracia se basa en los pilares sociales, tanto los sindicatos como los empresarios, que so la voz de la propia sociedad. Si no existiéramos no podría haber democracia.