La plataforma por la equiparación salarial fue presentada por responsables de los sindicatos CSIF, ASP, CEP, SUP, SPP y UFP, así como la Asociación Española de Guardias Civiles.

Un agente de la Policía Nacional que se acoge a una excedencia y renuncia a su vocación porque no puede vivir en Ibiza con su familia. Un inspector que tras quince años se traslada a Canarias o tres jueces que renuncian a una plaza en la isla. Son algunas de las situaciones drásticas que se han dado en fechas recientes con una causa común: los «graves e injustificados» agravios salariales que sufren en las Pitiusas respecto a las islas menores de las Canarias. Agravios que en algunos casos suponen diferencias que alcanzan los 1.000 euros mensuales por un mismo trabajo, pero en una isla diferente. «Diferencias abismales» entre prestar servicio en Ibiza o hacerlo en Maspalomas.

Hace ocho años ya fueron denunciadas estas diferencias, pero ahora «la situación ha empeorado y se ha hecho insostenible», denunció Juan Nieto, vicepresidente autonómico del CSIF, uno de los seis sindicatos que han reactivado una plataforma que exige que estas desigualdades sean corregidas en los Presupuestos Generales de 2018 o en las cuentas de 2019. «En 2009 trasladamos estas reivindicaciones a las autoridades, pero cayeron en saco roto. Ahora ha llegado el momento de reactivarlas y no descartamos la vía de las movilizaciones si no se toman medidas. Creemos que ha llegado el momento de poner orden a la estabilidad de plantillas en la islas y de incentivar a los empleados públicos que no pueden mantenerse aquí de manera digna y tienen que trasladarse a otros sitios», subrayó Juan Nieto, quien apuntó que trasladarán sus reivindicaciones a las administraciones autonómica y central. Junto al CSIF están presentes los sindicatos policiales ASP, SPP, SUP, CEP, UFP y la Asociación Española de Guardia Civiles.

Fuerzas de seguridad

El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil son los dos colectivos más afectados y las desigualdades salariales están generando una «huida masiva» de agentes que acaba repercutiendo negativamente en el servicio y, por extensión, en la seguridad ciudadana, explicó el inspector Fernando García, responsable del Sindicato Profesional de Policía. «Desgraciadamente, de un tiempo para acá sólo vienen los agentes que están obligados», apuntó García, quien añadió que en los últimos tres años «es masiva la marcha de agentes». Explicó el caso de un inspector que recientemente se trasladó a las Canarias. «Llevaba aquí más de diez años, me enseñó los números y me hizo ver que allí ganaría unos 1.200 euros más. Con este panorama, quedarse aquí es de tontos», apostilló.

David Ruiz, de la Confederación Española de Policía, hizo hincapié en que el problema se agrava porque a estas desigualdades salariales se suman los problemas para encontrar vivienda en Ibiza y el alto coste de vida.
El secretario de Alternativa Sindical de Policía, Raúl Cuesta, resaltó el problema que supone tener una plantilla configurada para 50.000 habitantes y que tiene que atender a más de 6 millones de personas en temporada. «Es un problema muy serio y la pelota está en el tejado de los políticos».

Por su parte, José Oliva, del Sindicato Unificado de Policía, insistió en que los ciudadanos pagan impuestos para tener un servicio en condiciones y los agravios salariales juegan en contra de los pitiusos. «Queremos dar el servicio que la ciudadanía se merece, pero los cambios de plantilla hace que la respuesta sea más lenta».

Las condiciones son todavía peores para los guardias civiles. Iván Fidalgo, de la Asociación Española de Guardias Civiles, indicó que a Ibiza y Formentera sólo vienen los «destinados forzosos porque nadie quiere venir. Nuestros sueldos son todavía más bajos y es imposible que haya un arraigo. El desconocimiento de la isla afecta al servicio y la culpa no es nuestra», lamentó Fidalgo.

«La motivación es fundamental. Hace seis años todo el mundo quería venir a Ibiza. Este año nadie quiere venir y más de 30 agentes quieren marcharse», lamentó Raúl Cuesta.