Un parquímetro de la zona azul cubierto con una bolsa de basura, este mes en la zona comercial del centro de Sant Antoni. Foto: TONI ESCOBAR

La decisión de suprimir la zona azul en el centro de Sant Antoni por parte del Ayuntamiento no ha tardado ni un mes en recibir la primera oleada de críticas. Y eso que a partir de febrero el equipo de gobierno implantará un sistema de rotación, exento de pago, de dos horas de duración como máximo.

Vecinos y comerciantes del centro han expresado su malestar en las redes sociales por la falta de plazas de aparcamiento en la calle, algo que a su entender está provocando la supresión del sistema de control y rotación de vehículos.

Un post de Mariano Ribas Torres en Facebook, en el que asegura que el pequeño comercio de Sant Antoni «se hunde» por «las pruebas e inventos» del Ayuntamiento, generó una catarata de opiniones, unas a favor y otras en contra de la medida aplicada desde el 1 de enero por el tripartito.

Coches inmóviles

«El pequeño comercio de Sant Antoni (conejito de indias de los experimentos de nuestro ayuntamiento) empieza a sentirse seriamente afectado, las ventas bajan y el desánimo aumenta», sostiene Ribas Torres. Como él, otros vecinos y empresarios consideran que esta medida «ha beneficiado» a las grandes superficies comerciales que se encuentran a las afueras de la localidad, o en Vila, y que cuentan con centenares de plazas de parquin gratuito.

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A. Boned sostiene que «si a la gente le cuesta dinero, mueve el coche y no lo deja todo el día en el mismo sitio». «El viernes di vueltas 20 minutos para llevar a mi hijo a inglés y esperarle. Estaba claro que quitar la zona azul sería la ruina del pequeño comercio», agregó al respecto. A. Vascones añadió que «dar vueltas para buscar parquin contamina más» y T. Watson subrayó que el resultado de eliminar la zona azul es «aparcar a las afueras y patearse el pueblo con toda la compra».

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Sant Antoni, Joan Ribas, admitió que la medida ha generado «nerviosismo entre los compañeros». Explica que ahora la gente «aparca lo más cerca posible de su destino y lugar de trabajo», dejando el coche inmóvil «durante todo el día». «Comercialmente, si los clientes tienen que aparcar a un kilómetro no vendrán al centro», argumenta Joan Ribas, quien recuerda que desde hace años advierten del perjuicio del pequeño comercio «frente a superficies comerciales que cuentan con 300 o 400 aparcamientos gratuitos».

Ribas, no obstante, reconoce que después de Reyes es habitual un descenso de la actividad comercial en Sant Antoni y confía en que la puesta en marcha, a partir de febrero, de la rotación gratuita por un máximo de dos horas permita «que haya sitios libres en el centro por que se muevan los coches».

LA NOTA

Tienda: «No es un experimento que pretenda perjudicar a nadie»

El concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Sant Antoni, Francisco Tienda, respondió al ‘post’ de Mariano Ribas asegurando que la decisión de eliminar la zona azul «no se ha tomado a la ligera ni es ningún tipo de experimento que pretenda perjudicar a nadie». Además, considera que «una vez instaurada la zona de rotación gratuita en las calles comerciales va a funcionar mejor que la zona azul». El concejal de Reinicia dice haber podido «constatar la existencia de espacios» para aparcar durante este mes «de forma bastante frecuente y a muy diversas horas». También opina que la situación anterior «no beneficiaba la rotación de vehículos» porque, a su juicio, el hecho de expedir «más tarjetas azules que espacios de aparcamiento» por un precio de 90 euros al año «facilitaba el abandonar los coches por periodos muy largos». Fran Tienda cree que «justificar el fracaso de un negocio porque la gente tenga que ir andando hasta él es bastante injusto». «No podemos pretender aparcar en la puerta de nuestra casa», añadió. Por otro lado, Tienda defiende la «peatonalización total del centro y el casco antiguo».