Imagen de ayer de un agente de la Policía Local patrullando con el polo de manga corta y la equipación de verano.

24 de noviembre, 14 grados de temperatura y en manga corta. Así patrullaba ayer un agente de la Policía Local de Sant Antoni. La imagen fue captada por un vecino y es la expresión gráfica de las deficiencias en materia de equipación de invierno denunciadas a principios de mes por varios miembros del cuerpo de policía.

La imagen se produce a seis días de que entremos en diciembre. Antes, el lunes 28, el Ayuntamiento de Sant Antoni celebrará un pleno extraordinario motivado por las polémicas declaraciones realizadas por el primer teniente de alcalde, Pablo Valdés, quien se mofó en las redes sociales de las carencias de uniformidad denunciadas por los propios agentes.

La problemática por la falta de equipaciones de invierno fue denunciada a principios de mes por varios policías y confirmada por la junta de personal de la Policía Local. Según avanzó PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, la orden de uniformidad de invierno dada por la jefatura de la Policía Local el 27 de octubre, fue tumbada días después por la concejalía de Governació.

Tres días después de publicarse la falta de equipaciones de invierno para atender las necesidades de toda la plantilla, el Ayuntamiento encargó una veintena de uniformes de invierno a una empresa de Alicante.

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24 horas antes, Pablo Valdés realizó en su cuenta personal de Facebook unos comentarios en los que se mofaba de las carencias denunciadas por los agentes de la Policía Local.

Petición de dimisiones

«Hemos hecho realidad el sueño de cualquier mariquita; policía patrullará en pelota picada». Frases como ésta, realizadas por Valdés, fueron secundadas por algunos miembros del equipo de gobierno, causando un gran revuelo en las redes sociales entre los vecinos de Sant Antoni.

El grupo popular solicitó la celebración de un pleno extraordinario y la reprobación de los concejales Pablo Valdés y Aída Alcaraz. Asimismo, solicitaban que los dos ediles renunciasen voluntariamente de sus funciones. Los populares también advertían que en el supuesto de que los concejales no dimitiesen, fuese el alcalde el que les cese de sus funciones y competencias.