Los negocios que todavía siguen abiertos en el paseo de Vara de Rey de Vila están pagando las consecuencias de una zona en obras y, en solo un mes, han visto cómo sus ventas han caído hasta en un cincuenta por ciento.

Las obras empezaron el pasado 10 de octubre y, en estos momentos, con todo el pavimento levantado, los operarios se ocupan de las entrañas de la calle, con la construcción de las conducciones subterráneas de gas y comunicaciones.

A pesar de que, según el concejal de Patrimoni de Vila, Pep Tur, el plan de obras «se está cumpliendo», los comerciantes de Vara de Rey están notando el descenso en la afluencia de público porque moverse por la zona supone ahora una carrera de obstáculos. Las obras, protegidas por las vallas que llegan hasta las aceras, apenas dejan espacio para que los peatones puedan caminar y hay que dar grandes rodeos para desplazarse de un lugar a otro ya que todas las calles de alrededor están levantadas y está prohibido el paso en muchos puntos. «La gente empieza a dar vueltas y no sabe cómo llegar hasta aquí», afirma Marga, del supermercado Spar. En este establecimiento de alimentación, el descenso de las ventas ha sido de alrededor de un diez por ciento pero es en las boutiques de ropa y complementos donde la caída es mayor.

Beatrix, propietaria de una tienda de productos de piel en Vara de Rey, asegura que en octubre las ventas bajaron un 40 por ciento, un descenso que, en noviembre, llega a superar el 50 por ciento. «El problema es que la gente piensa que todos los negocios han cerrado y nadie viene hasta aquí», explica.

Asegura que la actividad comercial se concentra ahora en los alrededores de Isidor Macabich. Entre otras cuestiones, por la falta de aparcamiento, una carencia que, según dice, también perjudicará Vara de Rey en el futuro. «El paseo quedará muy bonito pero si no hay aparcamiento no va a venir nadie», sentencia.

En este sentido, el Ayuntamiento de Eivissa está estudiando llevar a cabo una campaña de promoción de los comercios de la zona mientras las obras estén en marcha. Tapados tras la lona verde que oculta las obras, los comercios han tirado de imaginación y cuelgan carteles en las vallas donde informan que siguen abiertos y, en algunos casos, anuncian descuentos que llegan hasta el 70 por ciento para animar las escasas ventas.

Mientras tanto, en la parte del paseo más próxima a la plaza del Parc la actividad comercial se ha desplomado en las últimas semanas, especialmente desde que empezaron las obras en esa zona. Allí el paso para peatones es todavía más estrecho y solo quedan tres locales abiertos.

Bárbara, una francesa propietaria de una tienda de ropa, explica que las ventas de su negocio han caído a la mitad y que, a la escasez de la gente, se une la falta de alumbrado público que, al anochecer, hace que la calle se quede desierta. «A partir de las seis de la tarde, se acabó», señala. A pesar de ello, su local seguirá abierto para hacer la campaña de Navidad y no cerrará hasta mediados de febrero.

Sin embargo, también hay propietarios de negocios que ven más allá de las zanjas y el polvo que levantan los obreros y consideran que los beneficios de la peatonalización serán mayores que los sacrificios durante las obras. Es el caso de Joan Riera, dueño de Ca n’Alfredo, que recomienda los comerciantes de la zona que tengan paciencia. «Los comercios están pasándolo mal porque pensábamos que las aceras iban a ser más anchas pero las obras van a buen ritmo y tengo confianza en que acabarán en la fecha prevista», afirma.

Riera recuerda que el mes de noviembre «siempre ha sido flojo» y confía en que, cuando acaben los trabajos de canalización, la situación mejorará. El propietario de Ca n’Alfredo es sin duda, el más optimista de la calle: «En un año Vara de Rey será lo más de lo más y tendremos el mejor centro comercial de Ibiza».

LA NOTA

Una solución para seguir las obras sin tocar el muro romano

El Ayuntamiento de Eivissa ha encontrado una posible solución para poder continuar trabajando en la calle Avicenna sin tocar los restos de un muro romano encontrados la semana pasada durante las obras. Los responsables de la empresa encargada de realizar la peatonalización de la zona han propuesto desviar la cañería que tendría que discurrir por la canalización donde se hallaron los restos con el objetivo de que las obras continúen. Aun así, el Consell d’Eivissa tiene la última palabra y esta misma semana recibirá el informe arqueológico detallado para poder pronunciarse.