La discoteca Amnesia celebró ayer su popular ‘Closing Party’ para poner el punto y final a una temporada salpicada de incidencias y de éxitos a partes iguales. El esperado evento ha servido, además, para prolongar una semana más la campaña estival en Ibiza ya que los principales cierres se produjeron, como viene siendo tradición, durante el primer fin de semana de octubre. La espectacular sesión de música electrónica reunió a miles de personas en el templo del Techno situado en las inmediaciones de San Rafael. La fiesta de cierre de la sala contó en su cartel con artistas de la talla de Claptone, Gorgon City, Hannah Wants, Gaetano Parisio, Hector Couto, Luigi Madonna, Markantonio, Apollonia, Cuartero, Luca Donzelli, Mar-T, Paco Osuna, Renato Ratier, Ricardo Villalobos y sus djs residentes Caal y Les Schmitz. Durante 12 horas, los sonidos más vanguardistas del tech-house y la electrónica internacional hicieron bailar hasta el mediodía de ayer a ‘clubbers’ desplazados desde distintos puntos del planeta.

El evento, no obstante, llegaba precedido por la polémica. Sólo dos días antes de la fiesta de clausura de la temporada en Amnesia, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma emitía un auto en el que concedía la cautelar solicitada por la representación legal de la empresa y que dejaba en suspenso la revocación por parte del Ayuntamiento de Sant Antoni del permiso que había concedido para prolongar desde las seis de la mañana hasta las doce del mediodía la hora de cierre.

En un principio el Consistorio había autorizado la ampliación horario, pero anuló finalmente la decisión el pasado martes aduciendo que el día anterior la discoteca había incumplido el horario de cierre. Los responsables de Amnesia consideraron que la decisión del Ayuntamiento obedecía a «un error de apreciación» y aseguraron que el club cerró el lunes a la hora estipulada. Aclararon, además, que el promotor de la fiesta que se celebraba ese día había organizado un evento posterior en otro local de Can Bonet a partir de las 12 del mediodía, lo que ocasionó que muchas personas permanecieran en el aparcamiento de la discoteca una vez que el establecimiento hubo cerrado sus puertas.

El grupo Amnesia pidió ante los juzgados la revocación de la suspensión por parte del Ayuntamiento argumentando que esta decisión respondía a «un error humano».

Casi al mismo tiempo, el jueves se produjo un registro policial a las cajas fuertes que el dueño de Amnesia, Martín Ferrer, posee en dos entidades bancarias de la isla. Las cajas fueron desprecintadas por la Guardia Civil para proceder a la apertura y registro judicial, un proceso en el que también han participado los abogados de las partes.

Los registros están enmarcados en el caso que se sigue en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Ibiza contra el propietario de la discoteca, su hijo, un responsable del club y el contable por presuntos delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales.

Los cuatro fueron detenidos a principios del pasado mes de julio tras una operación llevada a cabo por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y técnicos de Hacienda, que realizaron registros en la discoteca y sus viviendas. Tanto el dueño de Amnesia como los otros tres implicados se encuentran en libertad provisional.