En libertad pero imputado por un delito de encubrimiento por el asesinato de la joven paraguaya Ada Graciela Benítez. Es la decisión que adoptó ayer la jueza de Instrucción número 2 de Ibiza para un joven de 19 años que la Policía Nacional detuvo el sábado de madrugada, poco después de hallarse el cadáver de Ada Graciela.

Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, la Fiscalía no solicitó ninguna medida cautelar y la jueza en funciones de guardia se inhibió en favor del juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vila, que investiga la muerte de Ada Graciela.

M.G., de 19 años y nacionalidad boliviana, ocupaba una de las habitaciones de la casa donde vivía Ada Graciela, su hermano y su cuñada. Según las fuentes policiales consultadas, el joven facilitó un juego de llaves de la vivienda a Julio Ernesto, el autor material del asesinato de Ada Graciela.

Detenido en la casa

El joven fue detenido el mismo sábado. Pasaban unos minutos de las 5 de la madrugada cuando llegó al piso en el que ya se encontraban los agentes de la Policía Nacional que investigaban el asesinato. Señaló que venía de la Feria de la Cerveza.

Durante los primeros interrogatorios, el joven aportó diversas versiones hasta que, finalmente, confesó haberle entregado las llaves a Julio Ernesto. En principio, la investigación apunta a que fue engañado y desconocía las intenciones criminales del joven paraguayo de 26 años que, horas después, se suicidó lanzándose desde un mirador de es Vedrà, en la zona de Cala d’Hort.

El joven pasó dos noches en los calabozos antes de ser puesto a disposición judicial en la mañana de ayer.

Ada Graciela Benítez fue encontrada muerta por su cuñada en el recibidor de la casa en torno a las 4 de la madrugada. Ada presentaba un fuerte golpe en la cara y hasta seis heridas por arma blanca.