Alejandro Cardell se ha convertido en el azote de los gobiernos locales en su defensa del sector del taxi. El presidente de la principal asociación de propietarios del taxi critica con dureza el plan de licencias estacionales, que les ha hecho bajar la facturación, y pide continuidad en la batalla contra los piratas.

—¿Cómo está yendo la temporada de los récords turísticos en el sector del taxi?
—Bueno, como se han aumentado las licencias se ha repartido el trabajo. Evidentemente, desde hace una semana es el boom y notamos que estamos en el top, por tráfico, porque hay pequeñas colas en las paradas pero no aquellas colas históricas que todos tenemos en mente. Y nuestras cajas, lo digo así, han bajado. No estoy llorando porque hemos perdido el norte, pero es evidente que hay muchos taxis. Es bueno para el cliente pero hay una parte que sufre, somos los taxistas y hay que decirlo. Ha mejorado el servicio y baja nuestra rentabilidad.

—¿Hay más taxis en las carreteras de la isla de los necesarios?
—Yo no diría tanto, en este periodo de mes y medio, dos meses el número es el que es, pero luego baja mucho el trabajo en las demás fechas. Esos cuatro meses que hay taxis yo me quedaría en dos, peor entiendo que hay que dar buen servicio y para ello se aumentan licencias. Pero la rentabilidad ya no es la que estamos acostumbrados. Quiere decir que un taxi fijo que puedo llevarlo yo tenga una rentabilidad, pero cuando pongo un segundo taxi ya no estoy yo. Tengo que colocar a dos chóferes y la rentabilidad no es la misma. Es la letra pequeña de puertas para adentro.

—¿Está dando resultados el plan de estacionales impulsado por el Consell?
—En cuanto a números, hay mejor servicio en la calle, es evidente, no vamos a desmentir lo obvio, pero el taxista en su inversión sufre. Poner dos vehículos en la calle son 40.000 euros. Está claro que hoy en día hay vehículos más baratos, porque las cantidades no son las que son. Muchos ‘Dacias’, muchas furgonetillas, porque baja la rentabilidad.

—¿En qué porcentaje afecta a su facturación el incremento de taxis?
—Entre 50 y 80 euros menos por día. Multiplica 100 días y sale la cuenta. En un mes son 1.500 euros.

—¿Diría que es una leyenda urbana que los taxistas de Eivissa ganan mucho dinero, suficiente para no trabajar el resto del año?
—Total, te lo confirmo y puedes preguntar a quien quieras. Esto de que todo el monte es orégano, no sé de dónde ha salido. Esto es histórico, a cualquier país del mundo al que vayas los taxistas son los que más dinero ganan y son una pequeña mafia o mafia entera [ironía].

—¿Desmiente que el sector del taxi sea una especie de lobby o grupo de presión?
—Lo que hacemos es defendernos y luchar por lo nuestro, evidentemente. Además, nos ha salido el remanente de los asalariados que también están ejerciendo su lobby o su acción de presión para obtener taxis, hacer que los políticos se decanten por ellos. Creen que favoreciendo a los asalariados están haciendo políticas más sociales. Los taxistas somos trabajadores, algunos se piensan que por ser empresarios somos patronal. Somos el último eslabón de la patronal; el autónomo que no puede crecer. Yo tengo un bar y si mi zona es muy buena y espabilo puedo crecer, pero yo no puedo crecer. Hay que luchar por que nos den un segundo taxi.

—¿No les ha dado mala prensa defender con tanto ahínco la hegemonía de los propietarios del taxi frente a los asalariados?
—Pero lo que defendemos es nuestro trabajo. Si yo tengo un taxi y tengo que aguantar a 700, ¿no debo defender que uno de esos 700 sea mío? ¿Se lo tengo que dar todos a los asalariados? ¿En qué empresa o sector un asalariado te hace competencia desleal?

—Algunos pueden acusarle de actuar por pura conveniencia cuando hace años defendía e incluso se manifestaba a favor de los asalariados.
—Claro, porque antes era lo que era y hoy soy lo que soy y tengo una inversión puesta en la calle. En aquel momento tenía unos intereses y ahora tengo otros, y el que no lo entienda...

—¿Como está funcionando el plan de estacionales en el municipio de Eivissa?
—No sólo en Eivissa sino en todos los sitios es un caos. Un desorden total, fuera de fechas, fuera de tiempos. Todo esto lo llevábamos avisando desde un principio, cómo se estaba llevando a espaldas de los taxistas y sacándolo en el último momento pensando que los taxistas lo asumiríamos porque el trabajo estaba aquí y no arriesgaríamos a perder lo nuestro... Todo muy mal, no se pueden hacer las cosas así. Esperemos que no se repita más. Es el peor plan que se ha hecho desde que hay planes estacionales. Las leyes están para cumplirlas.

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—¿Hay una mejor organización de los servicios con el nuevo GPS único insular?
—Hemos gastado dinero para montar un GPS para que los clientes y los hoteles puedan pedir un taxi, que a día de hoy tenemos a 17 personas trabajando en la base, levantando el teléfono. Hemos doblado personas, el año pasado había tres y ahora hay seis. Significa mejor atención al taxista, y luego al público, que es la primordial. En esto hemos mejorado. La organización se podría mejorar siempre. Nos hemos agrupado en la isla entera, hay más taxis pero repercute en nuestro bolsillo. Al público que yo gane 50 euros menos le da igual.

—¿El plan de choque contra los taxis piratas está dando los resultados que esperaban?
—Llueve sobre mojado. El plan de choque se realizó, estuvo aquí, pero nuestra principal demanda es que necesitamos continuidad, no que estén tres días aquí y se vayan. Hay dos inspectores y hacen lo que pueden, hacen mucho pero no pueden hacer más. Nadie sabe nada sobre las videocámaras que iban a montar en el aeropuerto. Premiamos y animamos al Ayuntamiento de Sant Josep, que es el que más hace, pero lo mismo que hacen ellos es lo que le pedimos al Ayuntamiento de Eivissa y al resto. Que tengan a la policía formada, que actúen de forma más concentrada específicamente sobre este tema. El aeropuerto parece el sitio más conflictivo, pero tenemos el puerto y la ciudad, y hay piratas por muchas calles y sitios. La zona de Talamanca, muchas calas y playas como ses Salines, las discotecas, la parada centro de Sant Antoni... Necesitamos ir más allá con los planes de choque contra el intrusismo.

—¿Sigue habiendo los mismos grupos organizados y taxistas pirata en los principales puntos de concentración turística?
—Sigue habiendo los mismos o más piratas, nadie ha notado ninguna rebaja, seguimos viendo las mismas caras, la misma gente y los más coches porque ellos también crecen. Luego hay una alegalidad con el transporte discrecional, hay hoteles o empresas que dan servicios y la legislación lo permite, pero para dar servicio a sus clientes y de forma gratuita. No se pueden cobrar. Pero, ¿cómo sé yo que no lo cobran?

—¿Cree que con más taxis en el aeropuerto se reduce la presencia de los piratas?
—Yo puedo poner mil taxis, pero si llegan tres aviones a la vez y se me junta un cuarto o quinto porque vienen con retraso, habrá una cola. Si tengo 300 personas, no puedo tener allí 300 taxis, ahora la fórmula de carga [en diagonal] es más dinámica. Ahora se van liberando los boxes y hay más taxis cargando.

—¿El volumen de coches está dificultando su trabajo en el centro de la ciudad de Eivissa?
—Siempre hemos pedido un mejor acceso, fácil y cómodo, a las paradas y el ayuntamiento no nos ha escuchado. Somos un servicio público. Para entrar al centro de la ciudad si tengo que pasar por el mismo sitio que el resto de coches, necesitaré mi tiempo como puedes tardar tú, pero va en detrimento del servicio. Si estamos aumentando vehículos para dar un mejor servicio, habrá que mejorar esa circulación y el trabajo de los taxistas. De hecho la queja es del puerto, allí hay un espacio diáfano y abierto donde se puede trabajar. Pueden llegar cuatro o cinco taxis, descargar todos en un espacio amplio, y se pueden cargar al mismo tiempo. Puede haber colas de 100 personas, pero la gente no está nerviosa porque ve taxis.

—¿Cómo cree que acabará su reivindicación para recuperar la parada del puerto?
—Yo tuve dos reuniones con el alcalde y siempre obtuve una negativa. Está bien que tenga un criterio, pero el nuestro no es ese. Eso de que no se pueda entrar al puerto... Además le exigimos que si tú creas una situación nueva, tienes que dar una circunstancia nueva. A lo mejor arreglas unos problemas, pero creas otros. Le dijimos, el año que más taxis hay en la isla, ¿dónde se descarga? ¿Soy yo el indicado de decirle al cliente que no puedo entrar al puerto? La gente pregunta y le digo que el alcalde no nos deja entrar.

—¿La futura peatonalización del centro y el cambio del sentido de la circulación representará un caos o beneficiará al sector?
—Hay mitad y mitad. El cambio en Bartomeu Roselló ponernos de cara al puerto es una opción buena. Yo veo que la ronda de Juan XXIII va a ser un caos, un cuello de botella de mil demonios. No lo veo claro ahí. Habrá que probarlo y verlo... Luego en octubre comenzará la peatonalización, nos dicen que nos dejarán entrar, pero a ver porque al puerto no nos dejan entrar.

—Si dejaran en sus manos la planificación de la temporada alta en el sector del taxi, ¿cuáles serían sus propuestas?
—Yo pondría más presencia de policías e inspectores. Nos dicen que no pueden por la Ley Montoro que no dejan contratar más personal, excusas hay. Lo que quiero son soluciones. Está claro que más taxis tiene que haber, eso se lo tiene que comer el sector. Me gustaría que no hubiera más taxis de los actuales porque me parece que ya se está dando un buen servicio. Colas a la salida de las discotecas va a haber; si salen 3.000 personas a la vez, ¿qué vas a hacer? Yo no puedo disponer todos los taxis par a las salidas de las discotecas y la carga lleva un espacio de tiempo y parece que la gente no lo entiende.

—¿Considera que es seguro para sus clientes que un conductor acumule 10 o 12 horas de trabajo diarias durante tres o cuatro meses, sin apenas descanso?
—Evidentemente somos autónomos y no solo pasa en el sector del taxi. Pero a día de hoy la siniestralidad es muy baja en Eivissa. Ni hemos tenido quejas ni se nos ha advertido nunca. Y cuando ha existido siniestralidad es ocasionado por los demás vehículos. La posibilidad es real, se toca, pero la cuestión hacia los empleados es otra. Ellos también aceptan eso porque es un tanto por ciento. Cuanto más trabajan más ganan. Si cualquier hotel, por muchas quejas que haya, está muy reglado por los sindicatos, pero a todo el mundo le gusta hacer horas extra y ganar dinero. A veces las reivindicaciones de los asalariados en este sentido, que no se libra y tal, desde mi punto de vista es demagogia. ¿Por qué piden días libres? Porque piden taxis, poder acceder un asalariado a un taxi. Esto no es Palma, sólo en la ciudad hay 1.600, tienen turnos, días libres... Pero hablamos de mundos descompensados por la estacionalidad que hay. Aquí aunque hubo bastante trabajo en mayo, en junio flojeó y los dos meses fuertes son ahora, julio y agosto.

—¿Desgasta estar al frente de una patronal como el taxi?
—Claro que desgasta, no te voy a mentir. No me siento rechazado, si fuera así ya lo habría dejado. Apoyos tienes que tener, esto cada vez va cogiendo más volumen, más espacio, más medios, y a lo mejor tendrá que cambiar la estructura porque aquí nadie cobra nada.