La Guardia Civil registró durante el día de ayer la discoteca Amnesia, en la carretera de Sant Antoni, en una operación por unos supuestos delitos de contabilidad paralela y evasión fiscal. Al menos cuatro personas fueron detenidas por agentes de la Benemérita en el marco de una operación en la discoteca Amnesia, situada en la carretera entre Vila y Sant Antoni, por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. Los detenidos son el propietario de la discoteca, Martí Ferrer, así como su hijo, el director y el contable, según trascendió durante el día de ayer.

Según fuentes de la investigación, además de las detenciones y la inspección del local de ocio, los agentes también practicaron registros en los domicilios de los arrestados en Palma, Eivissa y Barcelona, así como cajas de seguridad en dos entidades bancarias de Vila.

En la operación liderada por la comandancia balear de la Benémerita participaron una treintena de agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga de la Guardia Civil (EDOA), la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil (USECIC) y el apoyo de la Unidad Central Operativa (UCO). También estuvieron presentes empleados de la Agencia Tributaria. La investigación la ha asumido el juzgado de primera instancia número 1 de Eivissa, cuyo titular es la juez María Luisa Bustillo.

La operación comenzó a primera hora de la mañana cuando Amnesia acababa de cerrar sus puertas. Algunos agentes llegaron hasta la puerta de la discoteca en helicóptero. El registro en el interior del local de ocio nocturno continuó durante toda la jornada y al cierre de esta edición los trabajadores de la discoteca estaban avisados para acudir a su puesto de trabajo, aunque se desconoce si finalmente se llegó a celebrar la fiesta programada.