En la imagen se aprecia el color verdoso del agua antes de la instalación de las tuberías y del sistema de bombeo.

Los empresarios de Cala Tarida han tomado cartas en el asunto para poner fin a la marcha verde que afea sus aguas en los meses centrales del verano desde hace ya 35 años.

El pasado fin de semana finalizaron los trabajos por parte de la empresa Eivisub Toberna para la instalación de una serie de tuberías y dispersores que, a través de un motor de bombeo, impulsan agua desde corrientes más frías hacia la zona estancada para que recircule el agua y se disuelva la mancha verdosa.

Este mismo proyecto se llevó a cabo en la parte occidental de la playa, pero el incremento en la llegada de bañistas y el calentamiento del agua habían provocado manchas de color marrón verdoso en la zona oriental más cercana al acceso norte de Cala Tarida.

La inversión ha corrido por cuenta de los empresarios de Cala Tarida, y el ayuntamiento de Sant Josep ha colaborado en la gestión de los permisos y autorizaciones con la Demarcación de Costas, según indicó el concejal de Aguas y teniente de alcalde de Sant Josep, Ángel Guerrero.

El Ayuntamiento había justificado este color turbio a un microalga detectada en unos análisis elaborados en 2008 que afectaba del mismo modo a Cala Vedella, donde también se ejecutó una instalación similar. Vecinos y empresarios achacan esta mancha a otros factores como la filtración de aguas sucias procedente de varias depuradoras.

Media docena de personas han trabajado en la instalación de este novedoso sistema diseñado por la empresa barcelonesa 2Pir Ingenieros, que ahora se exportará a la cala de Portinatx. Según uno de los encargados de los trabajos, Jorge Ribas, gracias a este sistema Cala Tarida lucirá una renovada imagen este verano.

«Con la temperatura del agua, las cremas, las aguas sucias y el nitrógeno se formaba un microalga de color amarillo verdoso, y la única manera de quitarlo es cogiendo agua fría del fondo y metiéndola a la orilla. Al bajar unos cuantos grados la temperatura ese microalga ya no se reproduce y poco a poco va desapareciendo», explica el técnico de Eivisub Toberna.

La estructura empleada es una motobomba situada dentro de una especie de jaula anclada al fondo del mar, próxima a la costa, que funciona durante la noche a través de un cable que le suministra energía eléctrica. El impulso de agua limpia y fría permite que desaparezca una mancha muy visible que ha provocado quejas de empresarios y turistas a lo largo de varias décadas.