La valla tirada y rota.

Una de las vallas que restringen el acceso a los vehículos en cala Salada amaneció ayer rota y desmontada, por lo que el Ayuntamiento de Sant Antoni interpondrá una denuncia judicial por daños a bienes de su propiedad. «Por el momento, se desconocen el autor o autores de estos daños, si bien se están realizando las gestiones policiales pertinentes para el esclarecimiento de los hechos», explicó el Ayuntamiento ayer mediante un comunicado.

El Ayuntamiento instaló las vallas para limitar el acceso de los vehículos a esta playa el 1 de junio, por lo que estos actos vandálicos llegan casi un mes después de que entrara en vigor esta medida pionera en la isla. El objetivo, según recordó el Ayuntamient, es «mitigar el elevado riesgo que se da en la zona, dada su particular orografía, riesgo que ha sido puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones por los distintos estamentos oficiales en materia de seguridad. Los residentes y visitantes de la playa pueden acceder a la misma y estacionar en las zonas acondicionadas a tal efecto, siempre y cuando queden plazas disponibles». Cuando no es así, se restringe el tráfico y se redirige a los usuarios al parquin de Can Coix, desde donde pueden coger el autobús. El Ayuntamiento, además, ha puesto piedras en zonas cercanas a la playa debido a que los vecinos se quejaban de que los coches aparcaban y les impedía acceder a sus casas. Esta semana han empezado a repartir folletos informativos en todos los hoteles del municipio para dar a conocer la iniciativa.