El problema del alquiler de vivienda en las islas acucia a los profesionales docentes.

«Somos docentes no turistas». Con esta frase directa el sindicato de profesores Alternativa Docente quiere dar a conocer la problemática de este colectivo en referencia a la imposibilidad de conseguir una vivienda de alquiler en Eivissa y Formentera. «El elevado precio y las condiciones abusivas de los alquileres en Eivissa y Formentera dificultan cubrir las sustituciones en las escuelas pitiusas», asegura la representante del sindicato, Llanos Calvo, que lleva 20 años trabajando como profesora en Eivissa y que ha sufrido en primera persona las consecuencias del mercado inmobiliario en la isla. «Los problemas los hemos tenido siempre por las dificultades para encontrar un alquiler anual» y por causa de la interinidad de muchos de los que empiezan en la docencia. Tanto es así que Llanos, como sus compañeros, ha tenido una casa diferente cada curso escolar. La problemática, además, se agrava si el docente se incorpora una vez empezado el curso o al final del mismo.

Asimismo, en el último año la situación ha empeorado «gravemente» por los precios de los alquileres y porque en muchos casos el contrato de alquiler, como no es anual, no incluye los meses de junio y septiembre. Además, se piden muchos meses por adelantado.

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Dada la alarmante situación con la que se encuentran, los que consiguen su plaza definitiva renuncian a ella por la imposibilidad de conseguir una vivienda digna a un precio razonable, lo que dificulta a su vez que los colegios tengan cubiertas sus plantillas.

En el caso particular de la representante sindical, que tiene plaza fija en el Algarb, la inestabilidad por no conseguir un domicilio y los constantes cambios la han obligado a la compra de una vivienda, «con un esfuerzo muy grande, dice, pero dada la situación es la única solución», explica. «Imagínate, un compañero de mi colegio ha estado cambiando de casa los últimos 6 años, una vez al año con toda su familia y afortunadamente este año, por fin, encontró un alquiler anual», dice Calvo.

Algunos docentes han dejado de optar por las plazas en las Pitiüses. Esto hace que se incremente la elevada rotación en los claustros de las islas, hecho que imposibilita desarrollar los proyectos de centro y mantener la continuidad.