Sólo hace falta darse una vuelta por Eivissa ciudad y fijarse en los aparcamientos de bicicletas para ser consciente de la cantidad de bicis que roban todos los días, especialmente a final de la temporada alta. Es una realidad con la que se topan a diario no sólo los ciudadanos, sino también las autoridades de la isla. «La verdad es que sí me llegan quejas de compañeros del Ayuntamiento de que hay robos, pero son cifras que nosotros directamente no manejamos», comenta Juan José Hinojo, concejal de Mobilitat de Vila. Según afirma «dentro de nuestro programa electoral ya se planteaba impulsar el uso de la bicicleta, claro que eso pasa por ofrecer una mayor seguridad de cara también a los estacionamientos». La solución según comenta es doble: aumentar la vigilancia y poner aparcamientos más seguros.

El robo de bicicletas es un problema latente en la isla y aunque no se manejan cifras oficiales, sí que estamos informados de todos los datos que hay que presentar en la Policía Nacional a la hora de interponer la denuncia. Además, de los personales y los propios de la bici, marca, color precio… es imprescindible el número de serie para denunciar. «Es el identificador de la bicicleta, la referencia más fiable», comentan en la Comisaría. Y aunque normalmente los ladrones suelen manipular y borrar estas referencias, e incluso intentan dismimular pintando las bicicletas, «en ocasiones las patrullas encuentran bicicletas robadas que se mantienen unos días en la comisaría por si alguien las reclama, y, aunque son pocos, conocemos algunas historias en las que los dueños se reencontraron con su bicicleta ‘perdida’».

Claro que éste es el caso más remoto, pues muchas las desmontan para venderlas por piezas, o directamente las ponen a la venta en mercadillos, borrándoles el número de serie y camuflándolas de tal manera que es imposible demostrar que es nuestra. Porque o es una bicicleta única y personalizada o es muy complicado. Pero, como en todo, hay excepciones, y coincidencias tan anecdóticas como la del dueño de una de ellas que colgó carteles con la foto de su bicicleta alertando de que era robada, para tratar de truncar la venta del ladrón; el boicot funcionó, nadie la compró, por lo que al final terminó recuperándola.

Ésos son los remotos casos en los que podemos leer un final feliz. Por eso, desde hace dos meses, el Ayuntamiento de Eivissa lleva trabajando en un programa para renovar los aparcamientos de bicicletas, según comenta el propio Hinojo: «La medida que hemos puesto en marcha estará lista antes de que finalice el año. Irá enfocada principalmente a mejorar los estacionamientos de bicis, ya que los que hay ahora sólo se pueden enganchar por una rueda y la otra queda más desprotegida».

Como apunta Hinojo a veces no hacen falta ni emplear herramientas como cizallas, ya que con una sola mano podría sacarse una rueda sin dificultad. Por ello, está previsto que para antes del 2016 estén cambiados la mitad de aparcamientos de bicis en Eivissa ciudad y sustituidos por los tubulares, que consisten en una U invertida que permite poder enganchar ambas ruedas. «Estos son más seguros porque se puede atar la bici con varios candados, de la rueda, del cuadro y dejarla más asegurada».

LA NOTA

El consistorio tiene previsto instalar a largo plazo ‘bicibox’

Otra de las medidas que contempla el Ayuntamiento de Eivissa más a largo plazo es la instalación de ‘bicibox’ que son “unos pequeños garajes metálicos con persianas de malla para dejar bicicletas y que se instalan en la calle y son de pago”, según explica el concejal de Mobilitat de Vila, quien señala que es una solución a largo plazo ya que “hay que negociar la contratación con una empresa”. Hinojo destaca que se trata de una medida que garantiza una seguridad casi total en las bicicletas.