Un yate de gran eslora amarrado ayer en la fachada marítima. | DE

La estampa habitual de cada año ha vuelto esta temporada. Se trata de residuos y basura acumulada en el espejo de agua del puerto antiguo de Eivissa, donde se pueden ver todo tipo de residuos flotando al lado de los grandes yates que pagan miles de euros por estar amarrados en la ciudad.

Desde la marina deportiva Ibiza Magna, que también gestiona en esa zona y junto con otros socios la marina Port Ibiza Town, aseguran que los turistas que vienen cada año en yates «ya están acostumbrados» a ver todo tipo de objetivos y residuos flotando y que la situación se agrava cuando irrumpe la lluvia y las tormentas de verano. Durante la mañana de ayer ya se podían ver botellas de plástico, bolsas de basura y trozos de madera flotando en el espejo de agua. Pero la situación podría ser peor: «En años anteriores ha habido incluso ratas flotando; cuando llueve, es mucho peor y se incrementa el mal olor», explicaron desde Ibiza Magna, desde donde destacaron que la limpieza del espejo de aguas de los puertos deportivos corresponde a Autoritat Portuària de Balears (APB). Así, recuerdan que la canalización de las casas de la zona es antigua y cuando la depuradora no da a basto «se va todo al mar».

En este sentido, cada verano esta marina deportiva solicita a la APB que pase a retirar los residuos del agua, pero según explicaron, no atienden sus peticiones. La falta de limpieza provoca que los grandes megayates (entre 90 y 120 metros) que tienen piscina en el interior se lo piensen antes de amarrar porque el sistema de renovación de agua de la piscina de estas embarcaciones incluye disponer de agua del puerto. Por el momento, ya ha habido dos casos de grandes yates que han preferido no atracar por el agua del puerto.