El Área de Salud de Eivissa y Formentera amplió ayer a 18 el número de camas en el antiguo edificio de hemodiálisis de Can Misses —habilitado el martes— para hacer frente al repunte de los casos en el servicio de urgencias. El mismo martes se habilitaron doce camas y ayer se añadieron seis más, de las cuales la mayor parte son del nuevo hospital. Además, la gerencia reforzó el equipo de profesionales con un médico, dos enfermeras, un auxiliar de enfermería y un celador.

Colapso

La coordinadora de servicio de urgencia, Belén Fernández, recordó que la saturación del servicio provocó que el martes hubiera 26 pacientes en los pasillos esperando una cama, por lo que con la habilitación del edificio de hemodiálisis se «ha mejorado la situación» porque la mitad de los ingresos se pasaron a esta zona. No obstante, alertó que «la situación de colapso continua» y cualificó esta solución como «razonable» para una situación «coyuntural» que afecta tanto a pacientes como al personal, «que tiene que trabajar en unas condiciones muy difíciles».

De esta forma, el Área de Salud pretende responder a la previsión de un aumento de la demanda debido a los casos de gripe, que la semana pasada llegaron en Eivissa a la fase de ‘epidemia’ y que, en estos momentos, se encuentra en proceso ascendente. En Balears se considera epidemia a partir de los 37 casos por 100.000 habitantes y, según los últimos datos de la red de detección de la Conselleria balear de Salut del Govern, las islas han alcanzado los 66,3 casos por cada 100.000 habitantes. La tasa es inferior al resto de la Península, donde se sitúa en 212 casos.

El jefe de medicina interna de Can Misses, Ramón Canet, aseguró que estas medidas se mantendrán «en función de las necesidades», aunque recordó que estos periodos de gripe suelen durar entre tres o cuatro semanas y que actualmente «estamos en el inicio de la oleada en las Pitiüses». Canet recordó que en esta época del año acuden personas mayores con varias patologías que empeoran por la infección de la gripe, lo cual aumenta el número de consultas y la prolongación de los ingresos. A este problema, que se ha ido repitiendo en los últimos cinco o seis años, hay que añadir, según Canet, que «la eficacia de la vacuna de este año no es tan elevada como la de otros años».

El grueso del traslado se realizó el martes bajo el mando del subdirector de enfermería, Florentino Barrio, y las supervisoras de enfermería, Sonia Yagüe y Sara Blanco.