El consejo de Admnistración de Abaqua, empresa pública dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, ha acordado desbloquear el conflicto que existía con la empresa concesionaria de la depuradora de Cala Tarida con el fin de poder acelerar su reforma y que esté totalmente operativa a finales del próximo año. De esta manera, la reforma de la depuradora se hará al mismo tiempo que el nuevo emisario, cuya adjudicación fue aprobada por el Consell de Govern hace unos días. La actual planta desaladora es muy obsoleta.

El problema que existía para poner en marcha la reforma de la depuradora de Cala Tarida era la diferencia económica entre lo que estaba dispuesto a pagar el Govern y lo que solicitaba la empresa adjudicataria, Copasa. La concesionaria argumentaba que cuando se realizó el proyecto de reforma se calculó un montante económico que quedaba desfasado con el tiempo. El consejo de administración de Abaqua decidió hace unos días desbloquear esta situación y, por lo tanto, la obra se pondrá nuevamente en marcha el próximo ejercicio.

Antecedentes

El 28 de octubre de 2002, el Ayuntamiento de Sant Josep y el Institut Balear de Sanejament (IBASA) firmaron un convenio por el que el ente balear se comprometía a construir una depuradora en Cala Tarida. Cinco años más tarde empezaban las obra, que se paralizaron el 25 de junio de 2008 al no haberse construido los elementos asociados imprescindibles para el funcionamiento de dicha infraestructura, es decir, la estación de bombeo, el colector de impulsión y el emisario, cuya licitación la llevará a cabo por el Govern en 2015.

Estas infraestructuras están incluidas en el proyecto plurianual de financiación de obras (2014-2016) vía indemnización por el canon de saneamiento de la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua).

La zona de Cala Tarida necesita urgentemente la entrada en funcionamiento de su depuradora ya que en verano se producen problemas similares a los que se viven actualmente en Talamanca. De hecho, en agosto del pasado año un vertido procedente de la depuradora obligó a limpiar manualmente la playa de Cala Tarida, si bien no tuvo que impedirse el paso a los bañistas.